Chicago sufriría un “daño irreparable”, dijo el juez Leinenweber, en sus relaciones con la comunidad inmigrante “si cumpliera con los nuevos estándares del Departamento de Justicia”. De ahí la insistencia de Sessions en castigar a 600 ciudades y condados que dan refugio a los inmigrantes indocumentados.

Para los Dreamers y sus familias la solución ideal es la Ley Dream, que hace siete años con apoyo bipartidista fue aprobada por la cámara baja.

Algunos activistas han estado presionando a los líderes demócratas para que no hagan concesiones a los republicanos. Ellos están instando a la aprobación de un proyecto de ley «limpia» que protegería a los jóvenes inmigrantes sin aceptar ninguna nueva aplicación de las leyes de inmigración.

En Nueva York hay 4.4 millones de inmigrantes y más del 29% de los dueños de negocios nacieron en el extranjero; generan más de 260 mil millones de dólares anuales a la economía, y el poder adquisitivo de los inmigrantes es más de $ 165 mil millones.

El gobernador Abbott y el fiscal general de Texas, Ken Paxton, ambos republicanos han dicho que apelarán la decisión del juez Orlando García (en la foto). El Departamento de Justicia, es decir, Jeff Sessions apoya la implementación de la más severa ley.

«Es un golpe bajo para nuestros hombres y mujeres que portan una placa de la autoridad, al amenazar con suspender los recursos necesarios en la lucha contra el crimen, y obligarlos a hacer el trabajo del gobierno federal cuando se trata de la aplicación de las leyes de inmigración»: Xavier Becerra.