“Estos 50 años son algo, pero no podemos cerrar capítulo. La dictadura se mantiene viva, en la constitución de Pinochet y en las políticas económicas de un estado neoliberal”.
Esta semana se cumplen 50 años de que militares en Chile derrocaron por medio de un golpe al democráticamente electo presidente Salvador Allende. Según documentos recién revelados, la Casa Blanca del presidente Richard Nixon apoyó el golpe y la dictadura del general Augusto Pinochet. Miles fueron asesinados o desaparecieron. Cientos de miles salieron al exilio, y muchos buscando refugio en Estados Unidos, desde donde no dejaron de denunciar los atropellos de la dictadura. Rubén Tapia nos preparó un reporte.
Así vivo la resistencia el pintor Francisco Letelier aquí en Estados Unidos.
“Nosotros, a través de murales viajábamos a ciudades de Norteamérica y otros lugares para hablar de lo que estaba pasando en Chile”
Francisco es hijo del excanciller chileno Orlando Letelier, asesinado junto a su secretaria, Ronni Karpen Moffitt en la capital, Washington, por órdenes de la dictadura militar.
“Hacíamos intercambio cultural, creábamos afiches, apoyábamos a las ollas comunes en Chile y a otros intentos de apoyar resistencia a la dictadura dentro de Chile. Podíamos pensar que una empanada y un grito y unas nuevas canciones eran resistencia”
Precisamente el músico y periodista Fernando Andrés Torres, de adolescente vivió los casi tres años del gobierno de Allende, elegido por el voto ciudadano. Cuando lo derrocaron se sumó a la resistencia. Tenía 18 años cuando fue detenido y torturado.
“Fui tomado prisionero en 1976 y tiempo después fui expulsado al exilio”
Así fue como Fernando Andrés llegó a la bahía de San Francisco, donde recibió una agradable sorpresa.
“Un grupo de este movimiento de jóvenes estadunidenses y latinoamericanos fundaron el centro cultural La Peña en la ciudad de Berkeley en 1975. Se llamó La Peña porque fue creada a semejanza de las peñas folclóricas que ganaron popularidad entre la juventud chilena”
Más exiliados chilenos seguían llegando y La Peña vivió un intenso activismo.
“Con La Peña al frente pudimos organizar importantes boicots en contra los productos chilenos. Sobre todo en contra de las uvas y el vino. ¡Nada para Pinochet!, era nuestro lema”
La resistencia seguía creciendo, recuerda Fernando Andrés.
“Con el apoyo de los estibadores, en los puertos de la bahía de San Francisco pudimos bloquear el envío internacional de bombas para el ejército chileno; repeler las visitas de los barcos de la marina chilena y detener al buque escuela Esmeralda, por haber sido usado para torturar y matar prisioneros”
Otro exiliado chileno y artista multimedia es Rodrigo Dorfman, hijo de Ariel Dorfman, un notable exiliado político que fue asesor cultural en el gabinete de Allende. Tenía 6 años cuando fue el golpe de estado. Recuerda cómo en una zona acomodada mientras reprimía ferozmente ellos celebraban.
“Tomando y celebrando la muerte de tantos”
Eran momentos de terror, a pocos días del golpe, cuando esperaba el camión con su mamá, empezó a cantar una canción de Víctor Jara, muy popular durante el gobierno de Allende.
“De pie, cantar, que vamos a triunfar…”
Su mamá lo mandó callar. Cuando llegaron a casa le dijo por qué.
“Si cantas de nuevo esa canción en público van a matar a tu papá”
La familia salió al exilio y llegó a París. A su papá le pidieron organizar la resistencia cultural en Europa. Recuerda cuando vio el documental, La Batalla de Chile.
«Ver el impacto de la gente llorando. Eso para mí es como que me dijo, ah, esto es cine. Esto es documental, esto es historia”
A sus 7 años, hizo su parte.
“Imagínate si es hoy en día como una fiesta donde hay cerca de 300 mil y me mandaron a recaudar fondos para la resistencia chilena. Y yo fui andando y pidiendo dinero y aparentemente, me acuerdo, que recaudé más fondos que todo el mundo, por supuesto, verdad”
A los 50 años del golpe militar y aunque gobierna la izquierda todavía hay mucho que hacer dice Francisco Letelier.
“Estos 50 años son algo, pero no podemos cerrar capítulo. La dictadura se mantiene viva, en la constitución de Pinochet y en las políticas económicas de un estado neoliberal”
Agrega algo más Fernando Andrés Torres.
“No se ve muy prometedor, el primer intento de reformar la Constitución Política, herencia de Pinochet, ha fracasado, y la centro izquierda que a dura penas gobierna corre el riesgo de perder el poder”
Pero mientras comparten lo vivido saben de la importancia de seguir caminando, concluye Francisco Letelier.
“Es un trabajo de memoria, pero también de seguir adelante, de no caer en nostalgia, y de unirnos a movimientos que cruzan las viejas fronteras, de país, de nación, de identidad”
Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino, Rubén Tapia.
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