Joy Díaz
Cerca de 600 mil votantes registrados en Texas podrían ser rechazados en las urnas este cuatro de noviembre, por una ley que exige a todo votante presentar credencial de identificacion con foto expedida por el gobierno del estado. Aunque una juez federal declaró la ley discriminatoria, otra corte permitió su aplicación en las elecciones que se avecinan. Atrapados en el limbo están las personas como César Romeo Villarreal, que no cuentan con la identificación adecuada. Joy Díaz visitó a Villareal y a su mamá en la ciudad de Austin y entrega este reportaje.
El vecindario de Austin donde vive Guadalupe Villareal es de clase trabajadora.
Villareal abre la puerta de la casa donde vive con su hijo, Cesar Romeo.
Guadalupe es pequeñita, de 83 años. Su hijo, de 60, está gravemente enfermo del corazón – por eso su madre se hace cargo de todo.
Guadalupe busca entre sus papeles para encontrar la fe de bautismo de su hijo.
«Mire, el 15 de Julio de 1954 y fue bautizado – mire – ahí está la fecha”, dice, mostrando el documento.
La fe de bautismo es el único papel que tienen los Villareal para constar el nacimiento de Cesar Romeo.
«Nació mi hijo en Alpine, California, pero en la casa. Una partera me vio”, explica la señora.
En ese tiempo, Guadalupe trabajaba pizcando melones, limones, y otros cultivos.
“Empecé a sufrir violencia domestica por mi esposo y entonces me vine huyendo con mi niño”, dice. “No traía más que la prueba de la hoja azul que me había dado la partera”.
Hace años que Guadalupe no sabe dónde quedó la hoja azul. Nunca le hizo falta. Con la fe de bautismo y el seguro social, Cesar Romeo hizo una vida normal en Texas, estudió, se casó y demás. Pero ahora, a los 60 años, las leyes han cambiado y necesita el acta de nacimiento para obtener una identificación con fotografía y poder votar.
Algunos expertos calculan que casi un millón de personas en Texas tienen problemas similares a los de Villarreal, y no pueden obtener una identificación válida, a pesar de ser ciudadanos y tener el derecho de votar. La mayoría de los afectados son ancianos o votantes de color, afroamericanos o latinos.
El senador demócrata de Texas Kirk Watson se opuso a la ley desde el principio.
«Yo les decía a los otros legisladores: si lo que queremos es prevenir que el día de la votación alguien diga ser quien no es, pues hagamos eso un crimen mayor”, dijo Watson en inglés. («What I said was, if you are worried about people showing up at polls and saying they are somebody else or not being the person they said they were, then, make that a felony.”)
Los legisladores republicanos dieron oídos sordos a las propuestas de Watson y la ley pasó, con el argumento de que prevendría el fraude electoral. Aunque en los últimos 12 años, sólo se han documentado 18 casos de fraude en Texas.
Como la ley todavía está en limbo, hay varios grupos, entre ellos, VoteRiders que estan buscando ayudar al mayor número posible de personas a conseguir sus identificaciones. Marianela Acuña Arreaza trabaja para Vote Riders.
«La identificacion tiene que estar vigente o sólo vencida por 60 dias”, explica Acuña Arreaza.
Tambien hay que chequear que el nombre en la identificación y en el carnet de votar coincidan.
“Va a ser importante, sobretodo para las mujeres casadas o divorciadas o para personas que se han cambiado el nombre recientemente o tal vez tienen por ejemplo un nombre anglo que ellos utilizan y un nombre en español”, dijo Acuña Arreaza.
El consejo de Acuña Arreaza es que los votantes se preparen como si la ley estuviera en vigor y que llamen y pidan ayuda si necesitan que alguien les saque una identificación. Vote Riders y otras organizaciones han ayudado a cientos de personas a conseguir sus identificaciones. Pero muchos, como Cesar Romeo Villarreal, aún no han podido arreglar su situación.
Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino, desde Austin, Texas, soy Joy Díaz.