«Los pequeños productores siempre hemos tenido problemas en términos de atención y recursos del Congreso”.
Ante la inminente divulgación del texto de la nueva Ley del Campo, estancada en el Congreso desde el año pasado, agricultores y ganaderos latinos se reunieron de emergencia. Frente a posibles recortes proponen financiamiento a programas de fácil acceso a créditos, continuidad de los llamados “programas huérfanos», y apoyo por los efectos del cambio climático. ¿Escucharán sus demandas los legisladores de ambos partidos? Con los detalles desde la ciudad de Washington, José López Zamorano.
A sólo días de las votaciones iniciales de la nueva Ley del Campo representantes de miles de agricultores y granjeros, incluidos latinos y de otras minorías, intensificaron sus esfuerzos a fin de influir en los programas prioritarios para sus agremiados. Rudy Arredondo, presidente y fundador de Latino Farmers & Ranchers International Inc, que representa a más de 75 mil granjeros y ganaderos latinos, encabeza a un grupo de líderes que recorrerá los pasillos del Congreso a partir del próximo lunes para convencer a los legisladores.
“Porque tenemos programas que no tienen recursos, que les llaman programas huérfanos. Y los pequeños productores siempre hemos tenido problemas en términos de atención y recursos del Congreso”
Los líderes latinos buscan apoyo para 39 programas huérfanos que no están financiados por leyes específicas, así como ayuda económica para pequeños granjeros latinos y negros, y recursos para productores afectados por el cambio climático.
El Comité de Agricultura del Senado, presidido por la demócrata Debbie Stabenow reveló el texto de la nueva legislación que será objeto de votación en su comité la próxima semana e incluye la mayoría de las prioridades tanto de los granjeros a nivel nacional como de la Casa Blanca.
Para el secretario de Agricultura, Tom Vilsack, la propuesta demócrata de Ley del Campo es “integral, seria, práctica y muy factible«.
“Ella ha buscado formas de mejorar el desarrollo rural… Eso crea un mejor trato para los productores más pequeños. En lugar de recibir 20 centavos por dólar para alimentos, pueden obtener de 50 a 75 centavos”
Pero el plan demócrata entró en vía de colisión con la propuesta del presidente del Comité de Agricultura de la cámara baja, G. T. Johnson, que limita las actualizaciones al Thrifty Food Plan (TFP) del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), que brinda apoyo alimentario a más de 41 millones de personas de bajos ingresos, 16 por ciento latinos.
“No hay apetito para hacerle reducciones al programa SNAP. Espero que los republicanos entiendan que no hay interés en desviar el dinero para la conservación y que se apoye a los pequeños y medianos productores”
Los beneficios máximos de SNAP se actualizan cada año según el costo del TFP, que incluye los alimentos necesarios para proporcionar una dieta saludable y asequible a una familia de cuatro personas.
Una encuesta informal realizada en uno de los foros virtuales de la coalición rural mostró que las prioridades para los granjeros es la ampliación del programa de incentivos por problemas climáticos y apoyo para la compra de granjas.
De los 39 programas huérfanos destacan el de Seguros de Cosechas, que cubre las pérdidas por desastres naturales y el de asistencia a microempresas, toda vez que muchos granjeros latinos son pequeños propietarios o trabajan en sus granjas o parcelas a tiempo parcial.
Rudy Arredondo reconoce que se trata de una batalla cuesta arriba, toda vez que se requiere lograr un consenso bipartidista sobre los asuntos más polémicos en tiempo récord, a fin de que la nueva ley del campo pueda ser promulgada a tiempo para el primero de octubre.
“Tenemos que hacerle la lucha, porque si no hacemos nada, nomás no”
Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino, desde Washington, José López Zamorano.
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