“Que los habitantes del noreste que viven en zonas susceptibles de afectaciones climáticas permanezcan en el interior de su hogares si no tienen nada más urgente qué hacer afuera. Que se abstenga de viajar hasta donde sea posible, y que todo mundo permanezca alerta”.
Marco Vinicio González
Mientras peligrosas olas de calor abrasan al sur y suroeste de Estados Unidos, en el noroeste las calamidades se miden en pies de agua e inundaciones repentinas, como la del sábado por la tarde en Pensilvania, que cobró la vida de al menos cinco personas y causó millonarias destrucciones de la infraestructura en la zona. Además, hasta el domingo por la noche dos niños y un bebé de 9 meses y su hermana de 2 años permanecían desaparecidos.
Todo esto a causa de las fuertes lluvias e inundaciones repentinas de una zona ya de por sí saturada por las tormentas de la semana pasada. Autoridades locales señalaron que el agua comenzó a elevar su nivel tan rápida y violentamente, en algunas zonas hasta 7 pies en pocas horas, lo que sorprendió incluso a veteranos trabajadores de rescate.
Además, en Vermont las autoridades locales habrían dicho a la televisión este fin de semana que los deslizamientos de tierra podrían convertirse en un problema más, a medida que el estado enfrenta más lluvias luego de días de inundaciones.
Y en Nueva York, las fuertes tormentas de ayer domingo provocaron cientos de cancelaciones de vuelos en los aeropuertos del área de la ciudad, dice The Washington Post en base a datos del servicio de rastreo FlightAware, una empresa de tecnología multinacional de seguimiento de vuelo en tiempo real… con una red de más de 32 mil estaciones terrestres en 200 países.
Más de 350 vuelos fueron cancelados en el Aeropuerto Internacional Newark Liberty, en Nueva Jersey, mientras que otros 280 vuelos fueron cancelados en el Aeropuerto Internacional J. F. Kennedy en Nueva York, tras rastrear cientos de vuelo dice la empresa tecnológica.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul dijo al Post que cayeron 5 pulgadas de lluvia en dos horas en Suffolk, condado de Long Island, encima de los 50 millones de dólares en daños causados ya por las tormentas de la semana pasada. Y que este último desastre cubrirá más de una docena de condados de Nueva York. Los otros gobernadores de los estados afectados por las lluvias e inundaciones coinciden en señalar esas áreas como zonas de desastre, y apelan a la ayuda federal.
Por su parte el gobernador de Vermont, Phil Scott anuncia que hay advertencias de inundaciones repentinas, y en lo que parece coincidir con los otros gobernadores afectados por estas lluvias, deslaves e inundaciones, es que los habitantes del noreste que viven en zonas susceptibles de afectaciones climáticas permanezcan en el interior de su hogares si no tienen nada más urgente qué hacer afuera. Que se abstenga de viajar hasta donde sea posible, y que todo mundo permanezca alerta•