“Esto será particularmente cierto para aquellos que siguen siendo vulnerables a resultados graves, como aquellos inmunocomprometidos”. Porque en la mayoría de los casos, dicen expertos, es imposible saber qué personas son portadores del virus con sólo mirarlas.

Montserrat Gómez, una voluntaria del Centro Legal TODEC habla con los trabajadores agrícolas del Valle de Coachella, quienes por carecer de la información correcta temen contraer el virus. Foto: Heidi de Marco.

Marco Vinicio González

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, CDC, informan que podría estarse gestando en Estados Unidos otro verano de COVID. Porque el SARS-CoV-2, el virus que causó la pandemia, se sumará al mismo calendario de muchos otros patógenos o virus que atacan las vías respiratorias; como la gripe, la tos y la neumonía, entre otras de las enfermedades más comunes del invierno.

Y es que tres años y medio después del brote pandémico que sacudió al mundo con millones de muertes, el coronavirus ahora convertido en endemia todavía se niega a desaparecer. “Algunos expertos en salud pública están preocupados de que después de un período relativamente tranquilo, el virus esté iniciando otra ola de verano”, señala la fuente.

Dice que en el sur y el noreste de Estados Unidos, “las concentraciones del COVID en las aguas residuales han estado aumentando lentamente durante varias semanas”, y que ahora el Medio Oeste y el Oeste están siguiendo este camino.

Y afirma que además “las tasas de positividad de las pruebas, los diagnósticos de COVID-19 en el departamento de emergencias, y las hospitalizaciones por COVID también siguen aumentando”, 10 por ciento más hasta el 15 de julio.

La epidemióloga de la Universidad Johns Hopkins, Caitlin Rivers dijo a The Atlantic que “Estos son los signos claros y tempranos de una ola de mediados de año que se está gestando”. Y advierte que estaríamos ante la presencia de “el cuarto verano consecutivo con un brote distinto de coronavirus”.

Sin embargo, la Dra. Brendan Jackson, gerente de incidentes de COVID-19 de los CDC, dijo a NPR que “Después de aproximadamente seis o siete meses de caídas constantes, las cosas están comenzando a mejorar nuevamente”.

Porque la mayoría de las nuevas hospitalizaciones son entre personas mayores, sostiene la doctora. “Y las muertes por COVID-19 siguen cayendo… al nivel más bajo desde que los CDC comenzaron a rastrearlas”.

Pero eso podría cambiar en las próximas semanas si las hospitalizaciones siguen aumentando, lo que no es algo inevitable, sostuvo Jackson, quien sin embargo afirma que los CDC no tienen por ahora planes para cambiar las recomendaciones sobre el uso de los cubrebocas a gran escala.

En tanto, un grupo de 10 pilotos de Jet Blue, American Airlines y Southwest Airlines están pidiendo a los CDC que establezca el mandato federal del uso de cubrebocas para ese transporte, reporta The Hill. Y afirma que el sindicato de asistentes de vuelo de Southwest está adoptando un enfoque más simple: “que se termine el mandato de máscara facial cuando sea práctico”.

Pero los directores ejecutivos de todas las principales aerolíneas, así como los principales transportistas de carga también, “han hecho un llamado para poner fin al mandato”. Y afirman que “las máscaras faciales son ineficaces para prevenir la transmisión del virus SARS-CoV-2”. Los ejecutivos aseguran que “el reciente aumento de los incidentes de ira en los aviones ha sido impulsado por el mandato de las máscaras faciales”.

No obstante, los cubre bocas sí pueden evitar la transmisión del virus, dice el CDC. Pero el tema se ha politizado, asegura The Hill. “Por supuesto, incluso sin un mandato del cubre bocas muchos pasajeros seguirán optando por usar una mascarilla en los aeropuertos y en los vuelos. Esto será particularmente cierto para aquellos que siguen siendo vulnerables a resultados graves, como aquellos inmunocomprometidos”. Porque en la mayoría de los casos, dice, es imposible saber quiénes son esas personas con COVID con sólo mirarlas•