“Nosotros estimamos que los trabajadores agrícolas en California han perdido entre uno a dos meses de trabajo y de sueldo…”.
En una mañana soleada a las afueras de Fresno, Jesús Mateo Luiz comenta cómo la falta de trabajo afecta seriamente a los trabajadores del campo. El retraso en la cosecha se debe a las fuertes lluvias e inundaciones que afectaron a California desde finales del año pasado, un suceso climático inesperado después de años de sequía.
“La gente no tiene la renta, muchos me dicen, ‘oiga Jesús, déjeme trabajar porque no tenemos para la renta‘”
Jesús Mateo Luiz es un mayordomo mixteco de casi 70 años de edad y quien lleva más de 40 años trabajando en los campos de California. Ahora trabaja independientemente liderando grupos de trabajadores del campo para los cultivadores de la región.
“Entonces les digo, así vamos a quedar, porque no hay…, por la lluvia”
Jesús agregó que los campesinos no han recibido asistencias de agencias o propietarios de ranchos, y tienen que recurrir a préstamos o buscar cualquier trabajo para cubrir sus gastos mientras la nueva temporada comienza.
“Hay unos pobres en la casa, o van al bosque un día aquí, un día allá, para juntar para comer nomás, o piden prestado dinero para la renta. Así estamos sufriendo”
Como Jesús han quedado miles de trabajadores agrícolas del valle central de California, una muestra de cómo el cambio climático afecta desproporcionadamente a trabajadores y empresarios agrícolas, dice Antonio De Loera-Brust, Director de Comunicaciones de United Farm Workers (UFW).
“Cuando se inunda el campo, el Departamento de Agricultura del gobierno estadunidense les paga daños a los dueños de ese campo que perdieron la cosecha, les da dinero para recompensar la pérdida”
En marzo el gobernador Gavin Newsom declaró el estado de emergencia por las inundaciones, y en abril el gobierno federal aprobó mas fondos de ayuda para California; sin embargo, los trabajadores viven otra historia.
“Nosotros estimamos que los trabajadores agrícolas en California han perdido entre uno a dos meses de trabajo y de sueldo por causa de las tormentas que hemos tenido este año”, dijo Newsom.
Este trato desigual es una de las razones por la cual activistas laborales, legisladores e investigadores han recomendado al gobierno federal que incluya a los trabajadores en la nueva edición de la Ley del Campo 2023, asegura Loera-Burst.
“Eso es el por qué estamos realmente por primera vez diciendo que se tiene que incluir al campesino en la Ley del Campo del 2023”
Dicha ley es la pieza de legislación más importante para la industria agrícola desde su creación hace más de 90 años. El 80 por ciento de la ley se implementa en programas de nutrición y en general beneficia a los grandes agricultores del país.
Para los pequeños agricultores la Ley del Campo 2023 es también una oportunidad para presentar sus necesidades, como ayuda para abrir nuevos mercados de productos climáticamente inteligentes, según dijo Joe Del Bosque, presidente de Del Bosque Farm, ubicado en en el Valle de San Joaquín.
“Una de las cosas que los agricultores en California piden en el Farm Bill es tratar de hacer más investigaciones para desarrollar nuevas tecnologías para ayudarnos a cosechar”
Del Bosque añadió que la ley protege cultivos tradicionales como maíz, soja o trigo, dejando sin protección a cultivos especializados que son la mayoría en estados como California.
“Tenemos seguro para la almendra pero no para el melón; entonces, si hay un desastre afecta a todos los cultivos en el área, pero no todos los cultivos tienen seguro, y esto es una de las cosas que estamos pidiendo”
Pero para crear cambio se necesita una fuerza política y el compromiso de diferentes partes. Rodrigo Alatriste-Díaz, investigador del Centro de Comunidad y Labor de la Universidad de California en Merced, piensa que esta es una oportunidad para usar los recursos utilizados durante la pandemia para enfrentar los retos del gremio.
“La pandemia nos ha enseñado las vulnerabilidades y necesidades de las comunidades campesinas, y el cambio climático va a tomar un papel semejante”
Alatriste agregó que los trabajadores campesinos necesitan acumular poder político para alcanzar lo que buscan en la nueva ley.
“Es importante que como investigadores, las organizaciones no lucrativas y las organizaciones de campesinos estemos involucrados en el proceso político”
Desde California enviaron sus recomendaciones. Mientras, el Congreso se prepara para comenzar los debates y autorizar los multimillonarios fondos de la Ley del Campo para los próximos 5 años. Septiembre es la fecha límite para aprobarlos.
Entre tanto, campesinos como Jesús Mateo Luiz en el Valle Central de California esperan que en la nueva legislación su labor por fin sea reconocida.
“Yo quiero que le ayuden a la gente, a los paisanos, no paisanos, pero necesitamos ayuda”
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