«Se registraron 120 mil visitas a salas de emergencia relacionadas con el calor».
El calor extremo se ha intensificado en gran parte de Estados Unidos por efecto del cambio climático, dice el Servicio Meteorológico Nacional. En grandes zonas de California, Nevada, Arizona y Utah en lo que va de julio se cree que las sofocantes olas de calor contribuyeron a las más de 90 muertes en el oeste del país.
De esta suerte, durante más de una semana el suroeste de Estados Unidos ha estado batiendo récords históricos de calor, lo que sin embargo ha golpeado más a unos que otros; digamos que más a los que no tienen aire acondicionado. Aunque existen centros de enfriamiento en las ciudades afectadas.
Nada más en Oregón el domo de calor extremo ha cobrado la vida de más de una docena de personas en los últimos días. Hay no obstante ayuda institucional, como los centros de refrigeración, pero la gente no siempre los aprovecha, por distintas razones.
Vale recordar que en Estados Unidos unas 2 mil 300 personas murieron por enfermedades relacionadas con el calor en 2023, triplicando este macabro porcentaje que se registró entre 2004 y 2018, dice el Centro para El Control y la Prevención de las enfermedades, CDC.
Agrega que ese año también se registraron 120 mil visitas a salas de emergencia relacionadas con el calor, como resultado de esta crisis climática que ha durado más que hace décadas, dice por su parte un informe reciente de la Agencia de Protección Ambiental, FEMA, que sin embargo, en medio del domo de calor y los incendios anunció que “los Centros de Recuperación de Desastres (DRC) operados por el Estado de Nuevo México y FEMA en Ruidoso y en la Reserva Mescalero Apache, estarán cerrados los domingos a partir del 14 de julio”.
Estas instalaciones pueden ayudar a reducir emergencias y muertes relacionadas con el calor. Son también un remedio de sentido común para quienes enfrentan olas de calor extremo. Pero su eficacia es difícil de medir. Y es que los centros de refrigeración no siempre son accesibles para quienes los necesitan, especialmente cuando las temperaturas persisten sofocantes por la noche.
Con frecuencia, sobre todo en las personas mayores el calor extremo suele bajarles la presión arterial, y hay eventos en los que esto puede conducir a infartos o a hasta la muerte, en menos de 24 horas, registrados en salas de emergencia.
En Nuevo México, por ejemplo, las emergencias relacionadas con el calor están aumentando, y con esto se estresan los cada vez más menguantes recursos materiales y humanos de los hospitales.
Según The New York Times el Oeste del país podrá recibir un alivio temporal con un cambio de dirección de sus olas sofocantes, que tienden a dirigirse hacia gran parte del Medio Oeste y la Costa Este, donde la próxima semana recibirán este “castigo”.
Y mientras «el suroeste sigue sofocado por un calor sin precedentes, las autoridades informan que este año han muerto más migrantes por enfermedades relacionadas con el calor a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México”. Un experto explicará este martes en la Edición de Migración de Línea Abierta, “por qué la peligrosa travesía de los migrantes es hoy más traicionera que nunca”.
Manténganse en sintonía en radiobilingue.org