Maestro colombiano de la gaita mantiene vivos ritmos caribeños

Eduardo y Alberto

Eduardo y Alberto

La costa caribeña de Colombia es la cuna de una variedad impresionante de ritmos y estilos musicales que representan la fusión de culturas africanas, españolas, e indígenas, como cumbia, puya, chalupa, mapalé, tambora, bullerengue y zambapalo. Algunos de estos ritmos están en riesgo de desaparecer, porque los jóvenes ya no los saben tocar. Un artista colombiano maestro en la gaita y los tambores del caribe colombiano se ha dado a la tarea de dar a conocer esta música en Estados Unidos y enseñarla a jóvenes aprendices. Rubén Tapia reporta desde Los Ángeles. Este reportaje es parte de la serie Raíces: Historias sobre los artistas del pueblo.

Escuche

 

 

 

Sonido de gaita…

Eduardo Martínez Arvilla toca la gaita colombiana, una flauta indígena de la costa caribeña.

Los indios Koguis en la sierra nevada le dicen Kuisi , Kuisisibi. Posiblemente cuando llegaron los españoles se les apareció el sonido que se parece de pronto a la gaita gallega o escocesa, y entonces le colocan el nombre de gaita”.

Sonido de gaita…

Eduardo Martínez con Gaita y Maracon

Eduardo Martínez con Gaita y Maracon

Eduardo saca de un maletín dos de esta gaitas, dos flautas delgadas y como de tres pies de largo, con una bola negra y un pequeño pitillo en uno de sus extremos.

La cabeza es una maceración de cera de abeja con carbón vegetal molido, una pluma de pato o de pavo y el tronco es de un corazón de un tipo de cactus. Ésta se acompaña con una maraca en la mano derecha y hace el acompañamiento melódico a la otra”

Sonido de gaita y maraca…

Esta maraca es mejor conocida como maracón, por ser más grande que las regulares. Además de estos dos instrumentos, para tocar la música tradicional indígena del caribe colombiano se necesitan de un tambor hembra, o tambor alegre, el tambor macho, o tambor llamador, y de una tambora que se toca con un par de trozos de madera.

Esos tambores se les conoce como tambores de amarre o cinchos”

Eduardo Martínez, nació en la ciudad de Cartagena en el seno de una familia con inclinaciones musicales.

Tocaban guitarra, tocaban armonía, tengo un tío que canta, la mayoría de ellos tenían su trabajo, no vivían de eso…”

Desde pequeño le gustaron las percusiones.

Yo agarraba las latas de las galletas y los baldes con que se echaba el gas en la estufa y los reunía y comenzaba a tocar allí en la casa y mi mama nunca soportaba la bulla que yo armaba”

Tambora

Tambora

Cuando terminó su educación preparatoria se inscribió en el instituto musical de Cartagena y se involucró con los principales maestros de la música tradicional colombiana que llegaban a la ciudad a tocar en los festivales. Esta relación le permitió conocer a fondo todas las regiones del caribe colombiano y otros países.

Viajes por Europa, por Asia por Estados Unidos…, porque tocábamos juntos tanto con el Ballet Nacional de Colombia en giras internacionales”

El 2009 produjo “Acabación” con su grupo «Palo Cuero», y es el único CD que ha producido. Por falta de apoyo financió su disco compacto con sus ahorros y la ayuda de amigos, pero fue ignorado por la radio colombiana. Lo dedicó a su maestro Paulino Salgado, o Batata III.

Sonido de Acabación…

Poco después llego a Los Ángeles a compartir sus conocimientos, y poco a poco el talento de Eduardo Martínez le ha abierto puertas en el mundo cultural angelino. Participo en el festival de tambores de Watts y junto al destacado músico, Justo Almario, en un famoso festival de Jazz.

Corte con con Justo Almario…

Alberto y EduardoSu actividad llamó la atención de la fundación ACTA (Alianza de California para las Artes Tradicionales), y a principios del año recibió una beca para transmitir sus conocimientos sobre la música y las tradiciones del caribe colombiano al también percusionista Alberto López, de 39 años, con una línea familiar musical muy enraizada.

Mi abuelo fue director de Big Band en los años 40 y 50; mis tíos abuelos, uno era bajista de Bing Crosby y otro arreglista de Frank Sinatra”

Encontramos a maestro y alumno, practicando en un estudio de grabación.

Sonido de diálogo y música…

Alberto nació en California, pero creció en Medellín, Colombia, hasta los doce años. Allí estudio música clásica pero se empezó a inclinar por las percusiones. De regreso a Estados Unidos, durante más de dos décadas continuó estudiando música y literatura y formó parte de varios grupos musicales. Hace cinco años por casualidad conoció a Eduardo en una ceremonia cubana de Santería.

Nos conocimos y hubo como una buena química, un buena amistad… y pues allí empecé realmente, fueron mis primeros indicios verdaderos de lo que era la cultura afrocolombiana”

Tambor de amarre

Tambor de amarre

Con el maestro Eduardo, Alberto comprendió mejor cómo apreciar los tambores caribeños.

Sí, aunque todos son tambores, todos tienen parche y son de madera, todos tiene su manera de tocar para que expresen los sentimientos, la cultura y la lengua de cada región”

En pocas semanas terminan los talleres pero ambos músicos tienen planes comunes de continuar esta alianza para expandir la tradición del caribe colombiano en Estados Unidos; les parece muy importante fusionar estos ritmos con otras corrientes musicales, destaca el maestro Eduardo.

Yo no soy un ortodoxo, considero que nada es estático, lo que si se necesita es dar a conocer la esencia, saber registrarla y después de eso que todo sea una fuente de inspiración”

Gaita colombiana

Gaita colombiana

Esta apertura musical permitirá que la gaita y los tambores colombianos de Eduardo y Alberto se fusionen con la música del grupo Quetzal durante la celebración del 20 aniversario de este famoso grupo musical el mes de julio. Para eso practican a todo vapor.

Sonido de la práctica…

Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino, desde Los Ángeles, foto y texto de Rubén Tapia

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