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De la redacción
Más de 40 estados denunciaron a los mayores fabricantes de medicinas y a sus ejecutivos en Estados Unidos, de participar en una «conspiración de toda la industria» farmacéutica que produce las medicinas genéricas para manipular y fijar los precios de los medicamentos. Podría tratarse de “la mayor estafa en la historia, y del mayor cártel -literalmente de drogas- del país”.
Este fin de semana, al frente de una robusta coalición encabezada por el fiscal estatal de Connecticut, más de 40 estados presentaron una demanda de miles de millones de dólares. En un documento de 500 páginas acusaron a los más grandes fabricantes de medicamentos genéricos de Estados Unidos, de formar “una conspiración masiva y sistemática para engañar a los consumidores”.
Los estados habían presentado ya una demanda similar en 2016, que todavía está en litigio, dice CBS News, quien dio a conocer la noticia en su programa ’60 Minutes’. Como era de esperarse, “La industria genérica niega con vehemencia las acusaciones”.
Vale anotar que precisamente los medicamentos genéricos surgieron como una solución tentativa al encarecimiento de las medicinas de marca, a fin de dar acceso a los estadunidenses a las medicinas que necesitan para combatir los males que aquejan a su salud. De tal suerte que en 1984 el Congreso estableció la actual industria genérica para bajar los precios de las medicinas.
“La idea era que una vez que expiraran las patentes sobre medicamentos de marca, los fabricantes de medicinas genéricas competirían para hacer que dichos medicamentos fueran más asequibles”. Pero mil 215 medicamentos genéricos, por cierto que los más recetados, dieron un salto tremendo en el precio, de más del 400 por ciento en promedio, en un solo año.
No obstante, este salto acrobático y repentino de los precios de las medicinas no pasó desapercibido para algunos. Y es así como durante 5 años de observación y análisis, apoyado en la investigación desarrollada por “dos obstinados abogados que construyeron este caso», el Fiscal General de Connecticut, William Tong llamó a la referida conspiración, “el ejemplo más notorio de avaricia corporativa que jamás se haya visto” en Estados Unidos.
Dichas compañías farmacéuticas implicadas en la fijación de precios artificiales, entre las que se hallan Teba, Pfizer, su subsidiaria, Greenstone y Sun Pharma, por citar sólo a algunas, niegan vehementemente la acusación de Tong, y dicen estar cooperando con la fiscalía.
El aumento desproporcionado en los precios de las medicinas genérica, afecta las primas de seguro de salud y los planes de seguro también; al Medicare y al Medicaid, y «provoca una reacción en cadena que eleva el precio de la atención médica estadunidense a alturas no naturales».
Las compañías farmacéuticas involucradas atribuyen dicho aumento de precios a las fuerzas del libre mercado. Pero “el cartel corporativo más grande del sector privado en la historia”, dice Tong, enfrenta ahora la demanda con que los 44 estados jalaron a la industria farmacéutica a los tribunales, alegando que “se han coludido para manipular cientos de precios de medicamentos genéricos”.
De acuerdo con la fuente, el fiscal William Tong declaró a ‘6o Minutes’ que se trata de “una conspiración de toda la industria. Y creo que responde a una de las preguntas más importantes que todos nos hacemos: ¿por qué son tan caros los medicamentos recetados? Y creo que ya sabemos por qué. Porque los precios de los medicamentos genéricos son fijados, y hay una conspiración generalizada para manipular el mercado”.
Tong sostiene además que su oficina encontró evidencia de la manipulación de los precios, por parte de “docenas de directores de ventas de la industria de medicamentos genéricos, comercializadores y directores ejecutivos”, a través de una investigación que se remontan a 2006.
“Cientos de drogas de todo tipo que afecta nuestra vida cotidiana”, dijo Tong al entrevistador de 60 Minutes. “Te daré un ejemplo. Esta es mi botella de doxiciclina. Es un antibiótico común que tomo todos los días para combatir una afección de la piel… hay una conspiración alrededor de la doxiciclina. Y así, sentado hoy aquí como fiscal general del estado de Connecticut, aún así soy una de las víctimas”.
La fuente cita como ejemplo de esta salto acrobático de los precios entre 2013 y 2014, una botella de doxiciclina. Tong dice que se disparó ¡8 mil 281%! Es decir, de 20 dólares a ¡más de mil 800! “Una botella de medicamento para el asma, el sulfato de albuterol, aumentó más del 4 mil%; de 11 dólares a 434. Otro ejemplo: Pravastatin, un medicamento para el colesterol, aumentó más del 500%; de 27 dólares por botella, a 196.
Esto llamó la atención del Congreso, dice CBS, que convocó a una audiencia con el Departamento de Justicia para que iniciara una investigación. Entre tanto, el estado de Connecticut ha presentado dos demandas que involucran a los mayores productores de medicinas genéricas, quienes “están poniendo en riesgo la salud de los estadunidenses”, acusó Tong.
Y es que se trata de un mercado de 100 mil millones de dólares. “Estamos hablando de las drogas que Estados Unidos toma todos los días para vivir. Y se están aprovechando de eso de una manera altamente ilegal”.
El fiscal sostiene que existe sólida evidencia para sustentar sus acusaciones: “En forma de mensajes de texto, correos electrónicos, documentos, testigos que demuestran claramente que no se trataba de la escasez de productos sino que se trata de las ganancias. Se trata de una codicia fría y dura”.
William Tong se pregunta sobre las razones de la industria para fijar los precios de la medicina, y su única conclusión, dice, “es la conclusión que cualquiera puede sacar cuando ve esta evidencia…. Y es que hay demasiado dinero en juego”.
Tong agrega que él y los demás fiscales generales continúan investigando a la industria de medicamentos genéricos y planean presentar más demandas: “Esta conspiración ha causado miles y miles de millones de dólares en daños a las personas de Connecticut y los estados de todo el país. Y los llevaremos a los tribunales y los haremos responsables. Y van a pagar por el dinero que le robaron al pueblo estadunidense”, concluyó el fiscal William Tong■
