La administración del Presidente Obama ha llamado a reformar el sistema de disciplina escolar, argumentando que muchas veces se disciplina de manera más severa a los niños afroamericanos y latinos, que esto puede tener un impacto en su desempeño. En el sur de Alabama, un grupo de padres de familia acusa a los educadores del condado de Baldwin de aplicar castigos severos selectivamente contra niños latinos y afroamericanos. Javier Aparisi viajó al poblado de Foley, en la costa del Golfo de México, donde muchas de las quejas se originaron, y entrega este reporte. Este reportaje es parte de American Graduate, ¡Let’s Make it Happen!, una iniciativa de los medios públicos para tratar la crisis de deserción escolar, con el apoyo de la Corporación para la Difusión Pública.
Son las siete menos cuarto de la mañana en Foley, Alabama, y los niños van en camino hacia la escuela.
Sonido ambiente de carretera al costado de parque móvil…
Los latinos ascienden a casi el 10 por ciento de la población de este pequeño poblado de 14 mil habitantes. Uno de cada cinco niños en la escuela primaria es latino. Frente a un parque de casas móviles, una madre latina espera junto a sus hijos el camión escolar. Dice que ella cree que el trato en las escuelas de Foley no es igual para los niños latinos.
«A veces por nada los molestan. Yo creo que deberían ser parejos con los niños hispanos», dijo.
Algunas madres latinas de Foley están satisfechas con el trabajo de las maestras, sobre todo las que hablan español. Pero muchas otras también cuentan historias de vejaciones y discriminación. Alma Sánchez tiene un hijo de 6 años que estudia en la escuela primaria de Foley.
“Hasta incluso hubo un maestro de educación física que hizo una vez que mi hijo se orinara en una clase de gimnasia, y nunca me dijeron nada. Me dijo que el maestro le dijo que se hiciera ahí mismo y que no lo iba a llevar al baño. Y él incluso me dijo que se estaban riendo de él cuando él hizo eso”, deploró Sánchez.
En septiembre de 2013 los padres de siete niños latinos y afroamericanos acusaron a las escuelas del condado de Baldwin, en una corte federal, de haber aplicado castigos corporales selectivos contra niños latinos, afroamericanos, y anglosajones con amigos de color. El castigo más común era colocar una mampara de madera de tres costados, conocida como caja negra, alrededor del pupitre del alumno, y apoyarla contra la pared. De esa forma los niños quedaban aislados de la clase. Así lo recuerda Roscoe Barnett, un niño que ahora tiene 13 años de edad. Cuando estaba en quinto grado, lo metieron a la caja después de acusarlo de ayudar a sus compañeros a completar un examen.
Barnett:
“I didn’t understand what the box was for until like I was in there for a long time and nobody came. You’d just be sitting there and you’d raise your hand. They put you, they line the boxes up in a way that they can’t see you when you’re raising your hand. Like every once in a blue moon they’ll come out.»
(No entendía por qué motivo usaban las cajas, hasta que estuve allí un largo rato y nadie vino por mí. Te quedabas sentado y levantabas la mano, pero tenían las cajas puestas de tal manera que no nos podían ver cuando levantábamos la mano. Casi nunca venían a revisar a ver qué pasaba)
Roscoe es hijo de Alec Barnett, quien ahora es el presidente de la rama local de la Asociación Nacional para el Avance de Personas de Color, conocida como la N-doble A-C-P. Barnett es afroamericano y su esposa Elva es latina. A Barnett el castigo se le hizo desproporcional y parecido al confinamiento solitario en la cárcel.
Barnett:
“Never heard of it happening to, you know, a civilian. He is just a kid, I say baby. When you’re nine, 10 or 11 years old you’re still learning from your mistakes. I don’t think any human being should be confined in anything like that.»
(Nunca había escuchado decir que esto pasara a un civil. Mi hijo es solo un niño, yo digo bebé. Cuando tienes 9, 10 u 11 anos, todavía estás aprendiendo de tus errores. Yo no creo que a ningún ser humano lo deben confinar en algo así)
Los Barnett investigaron más y se unieron a otros papás en la misma situación. En los videos de testimonio que recabó el abogado de la demanda, un niño dice que fue recluido, primero en un clóset cerrado con llave, y después dentro de una de estas cajas durante tres meses de escuela. Los demandantes sostienen que a otro niño los maestros lo obligaron a tallar un ladrillo en el que habían escrito la palabra “vulgar”. Llegó a la casa con sangre en las manos. Una experta del sistema escolar señaló en una declaración jurada que el castigo de la caja negra se aplicaba en siete diferentes escuelas del condado de Baldwin.
Algunos niños que no forman parte de la demanda dicen que también fueron castigados de igual manera. Tal es el caso de esta joven indocumentada de origen mexicano, a la que algún día –dice- le gustaría ser abogada.
Sonido ambiente de la casa de Rebeca…
Decidimos llamarle a esta joven Rebeca, en lugar de su verdadero nombre para evitar represalias.
Rebeca vive con su familia en Foley en una casa móvil, o “traila”. La mamá de Rebeca cuenta que cuando su hija pasó al quinto grado y empezó la escuela intermedia, comenzó a sospechar que algo iba mal.
Mamá:
“Mi niña siempre ha tenido buenas calificaciones. En el transcurso que estuvo en Foley Intermediate nunca me trajo buenas calificaciones. Ahorita está en middle school (séptimo y octavo grado) y ya va para high school (noveno hasta doceavo grado), y trae buenas notas. Ella siempre ha sido muy, muy lista»
Rebeca purgó tres semanas de suspensión en una caja negra cuando tenía 11 años de edad, después de un altercado verbal con una maestra. El trauma hizo que se auto mutilara haciéndose cortes en los brazos. Ese confinamiento también le dejó una secuela invisible.
-Yo empecé a tener problemas con espacios chiquitos. Hasta ahorita los tengo- dice Rebeca
– ¿O sea, tienes claustrofobia?
– Si. Yo puedo estar mi cuarto pero me tengo que salir y camino aquí para no sentirme…
– ¿Encerrada?
– Sí.
Rebeca recuerda claramente cómo pasó jornadas completas encerrada en la caja:
«Todo el día, desde que la maestra sabe que estás ahí te vas a la caja. Y sólo te sacaban para darte tu lunch.
– ¿Y si necesitabas ir al baño?
– Había unos tiempos. A mí me dieron como hasta el lonche. Y tenía que esperarme hasta una hora antes de que nos fuéramos de la escuela.
– ¿Pero si necesitabas ir antes de eso?
– Tenías que tener todo tu trabajo hecho y que lo checaran. Si tenías una respuesta mala no te dejaban ir al baño.
– ¿Y a ti te pasó eso?
– ¿Qué?…
-Que no te dejaran ir al baño.
– No mucho, sólo unas veces.
– ¿Simplemente aguantaste?
– Sí, me tuve que aguantar».
Según la demanda, algunos niños terminaron haciendo sus necesidades dentro de la caja. Los Barnett confrontaron a la entonces directora de la escuela, Lee Mansell, por los castigos; y ella alegó que la caja era para que su hijo Roscoe se concentrara en escribirles una carta explicando sus errores. Barnett grabó esa conversación.
Mansell:
«I said I want you to write up exactly what happened because when your parents come, you will tell them a different story. So I put him in the box to write it up.”
(Yo le dije, ‘Quiero que escribas exactamente lo que pasó, porque cuando vengan tus papas, vas a contarles otra historia distinta. Así que lo puse en la caja a escribirlo)
“Yeah but he stayed in there from the morning until two o’clock.”
(Si, pero a él lo mantuvieron allí desde la mañana hasta las 2 de la tarde)
La directora Lee Mansell fue destituida tras las denuncias de maltrato, pero el sistema escolar sostiene que fue separada de su cargo por otros motivos. El portavoz de las escuelas del condado de Baldwin no respondió a las solicitudes de entrevista con Radio Bilingüe. Al acudir a la escuela intermedia de Foley, la directora interina, Pat Malisham señaló que no sería posible hacer la entrevista.
La demanda federal por supuestos abusos en las escuelas del condado de Baldwin irá a juicio en 2015.
Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino, reportó desde Foley, Alabama, Foto y Texto de Javier Aparisi.