«Radio Bilingüe, una radio al servicio de los más marginados de nuestra comunidad mexicana, migrante, campesina, latina, mexico-americana, indígena, de nuestros hermanos y hermanas en las prisiones. Una emisora donde se escuchara nuestro idioma: el inglés, el español, nuestras lenguas indígenas».
Presentamos aquí tres ponencias de tres destacados miembros de Radio Bilingüe: Hugo Morales, Director Ejecutivo-Fundador, Samuel Orozco Director de Noticias e Información, y Filemón López, Director de La Hora Mixteca, en la Conferencia Magistral, «Claves para la defensa y ejercicio del derecho a la comunicación indígena y comunitaria», realizada en el Cuarto Congreso Nacional de Radios Comunitarias celebrado en el mes de noviembre de 2023.
Ponencia de Hugo Morales
Buenos días a todos. Me llamo Hugo Noé Morales Rosas. Reciban nuestros saludos de parte del equipo de Radio Bilingüe desde Fresno California. Felicitaciones a los organizadores de esta conferencia y a todos los participantes de la radio comunitaria, pues nuestra presencia y nuestros servicios a nuestras audiencias, a todos los participantes en esta conferencia es algo que vale celebrar.
De entrada, aquí les presentamos un video de los servicios de Radio Bilingüe:
Desde luego, mucho quisiera estar con ustedes en persona en la bella ciudad de Puebla, donde tanta gente de mi pueblo Mixteco presta su labor. Yo soy originario de Miltepec, Huajuapan de León, Oaxaca, muy cercano a Tehuacán, Puebla –zona de indígenas mixtecos. Soy Mixteco.
Quiero empezar por explicar por qué se estableció Radio Bilingüe en 1976, cuando tenia yo 26 años.
En ese entonces yo era un Mixteco, trabajador del campo, licenciado en derecho –con el mismo sueño que todos en esta conferencia. Organicé a algunos campesinos, artistas mexico-americanos, maestros, organizadores de campesinos, para establecer una radio en el valle agrícola más rico del mundo: el valle de San Joaquín, en Fresno, California. Queríamos una emisora que fuera una plataforma, un espacio para aprender entre nosotros, compartir ideas, organizarnos para hacer posible un mejor mundo para nosotros los campesinos, trabajadores esenciales, académicos, maestros, obreros. Una plataforma para pasar información relevante a nuestra vida como trabajadores, como campesinos. Queríamos una plataforma que sirviera para compartir estrategias para la lucha por la justicia social. Un espacio para ser críticos de las políticas y ofrecer una conversación para las soluciones a nuestros retos. Queríamos NUESTRA radio, nuestras voces. Una radio de LA COMUNIDAD, para el servicio a la comunidad.
Una radio al servicio de los más marginados de nuestra comunidad mexicana, migrante, campesina, latina, mexico-americana, indígena, de nuestros hermanos y hermanas en las prisiones. Una emisora donde se escuchara nuestro idioma: el inglés, el español, nuestras lenguas indígenas. Queríamos una emisora donde se tocara nuestra música del pueblo, música de protesta. Queríamos celebrar la música tradicional de la frontera, la música de los pueblos jarochos, ¡las canciones de nuestro mariachi! La música de nuestros pueblos migrantes. Esas fueron las razones por las que se estableció la asociación de Radio Bilingüe en 1976 y salió al aire la radio en Fresno en 1980.
Ahora somos 25 emisoras, todas ellas propiedad de la comunidad latina. El propietario es la comunidad.
Los retos para establecernos fueron enormes. El primero fue la falta de dinero.
Y el reto de financiamiento siempre está presente. Por suerte, las primeras cuatro décadas se nos unieron compañeros y compañeras dispuestos a recibir salarios de pobreza a cambio de prestar su labor profesional. Radio Bilingüe siempre a sido un TRABAJO DE EQUIPO, de colaboración con la comunidad. Cientos de voluntarios de la comunidad se unieron al servicio de la radio. El equipo de Radio Bilingüe le presta los micrófonos a organizaciones de base sin fines de lucro que tienen la misma visión de Radio Bilingüe: mejorar la vida de la gente más marginada y darle publicidad a oportunidades educacionales y apoyo o bienestar social. Por suerte, fundaciones privadas de California, Nueva York y Chicago, además de los dólares aportados por trabajadores que son escuchas de la radio nos han apoyado para llegar a nuestros trabajadores esenciales con información relevante a su vida y relevante al bienestar de sus familias, lo cual fue crucial durante la pandemia del virus.
Con este apoyo hemos podido expandir las emisoras de Radio Bilingüe a lo largo de gran parte de la frontera de México y Estados Unidos: desde Mexicali/Calexico en California, hasta MacAllen en Texas. A la vez, hemos tenido la suerte de contar con la participación de talentosos compañeros, como Samuel Orozco, yaqui de Sonora, que formó un importante equipo de noticias e información de la cual vamos escuchar enseguida. Samuel ha desarrollado un papel clave en la calidad del audio, de la producción y el liderazgo editorial del servicio. El trabajo del equipo periodístico es ahora parte de los archivos del Congreso de Estados Unidos de América.
Ahora les explico algo sobre por qué organicé a Radio Bilingüe. Yo soy mixteco, nacido en un pueblo mixteco en las montañas muy altas al sur de la ciudad de Puebla. Nací pobre, como todo típico mixteco. Soy hijo de un líder mixteco de su humilde pueblo, un músico, violinista y organizador de su gente mixteca. Me eduqué en una escuela de mi pueblito que contaba apenas con una docena de estudiantes; luego pasé a Huajuapan de León. Después emigré legalmente al norte de California con mi familia, para ser campesino y vivir la vida de campesino. En la prepa recibí preparación en periodismo y debate. Fui electo presidente estudiantil de mi prepa, aunque solo éramos 6 por ciento de trabajadores del campo en la escuela. Luego me eduqué en Harvard College, escuela elite en donde yo era el único indígena de mi clase. Ahí abrí el primer programa de radio en una universidad para la comunidad latina de Estados Unidos, con la participación de las voces de la comunidad, no la mía. Seguí viviendo la vida de campesino, trabajando con mi familia y viviendo como trabajador del campo.
Estando en Harvard por siete años, seguí volviendo a los campos para trabajar como el campesino que era. En Harvard Law School me preparé en administración de empresas. Mis cursos fueron sobre las leyes que rigen a las corporaciones. Yo escogí esos cursos.
Con esa preparación y con mi raíz de campesino establecí a Radio Bilingüe, que es una empresa pero del pueblo, en posesión de la comunidad.
Así fue como salió al aire Radio Bilingüe.
Ahora comparto los micrófonos con el compañero de Sonora, Samuel Orozco. Después seguirá mi compañero campesino mixteco, líder mixteco, don Filemón López, originario de San Juan Mixtepec, Oaxaca, que habla nuestro idioma Mixteco.
Ponencia de Samuel Orozco
Mil gracias por la distinción de hacernos parte de esta importante conferencia. Reciban un fraterno saludo de todos en Radio Bilingüe. Soy Samuel Orozco, Director de Noticias e Informacion de Radio Bilingüe. Llevo ya casi 41 años en el cargo y 43 en Radio Bilingüe. Empecé como noticiarista, productor, reportero y entrenador voluntario para luego pasar a ser el Director de Noticias y luego, en 1984, el productor fundador de los servicios de distribución nacional. Aunque en estas décadas y como es común en la radio comunitaria, usé varios sombreros (programación, distribución de satélite, etc, como se necesitara), mi sombrero de siempre ha sido la dirección del periodismo de la radio. Asi que de eso hablaré a vuelo de pájaro. De nuestro periodismo.
En un principio, nuestro periodismo se formó más que todo como un periodismo ciudadano. Nuestro cuerpo de redactores, reporteros, noticiaristas estaba integrado por trabajadores voluntarios de la comunidad local, del valle. Oficinistas, estudiantes universitarios, gente del campo, talleristas; se presentaban temprano a producir noticias y entrevistas. Para saber lo que pasaba en pueblos y ciudades en este extenso valle de 400 km de largo, contábamos con las contribuciones telefónicas de profesionistas y trabajadores organizados en sindicatos, comités estudiantiles y grupos de la sociedad civil que se convertían en nuestros ojos y oídos en la comunidad. Estos voluntarios eran gente que llegaba con cero experiencia en el oficio de la radio o el periodismo, pero mucho ánimo y fervor que les daba la energía del movimiento campesino y chicano. (Por cierto, mucho de este reporteo ciudadano espontáneo lo vivimos al aire décadas después, durante las históricas megamarchas de los inmigrantes latinos en 2006).
Años más tarde, en 1984, al lanzar plataformas informativas de distribución nacional, el servicio se profesionalizó para pasar a depender de una red de reporteros profesionales de varias regiones del país, con énfasis particular en la colaboración de periodistas anclados en las emisoras bilingües, hermanas nuestras. Con la colaboración de los colegas de las radios bilingües nos asegurábamos de generar información que nuestros noticiaristas mutuos consideraban del mayor interés para nuestras audiencias comunes. Por ejemplo sobre una helada que devastó las huertas de manzana en el estado de Washington, o las redadas de inmigración en el valle central de California, o la falta de médicos en el valle de San Luís en Colorado. Asi, al producirse esta relación colaborativa cotidiana de los noticiaristas de regiones distantes, nos familiarizamos y nos acostumbramos a trabajar en conjunto y pavimentamos el camino para vernos como un colectivo y acercar así, juntar, a nuestras organizaciones de radio comunitaria hasta antes separadas.
Con nuestro periodismo, desde sus inicios procuramos dar entrada a todas aquellas voces de la sociedad civil que hasta ese momento batallaban para ganar acceso al aire en los demás medios, los del mainstream, ya sea comerciales o públicos de habla inglesa. Acá en Radio Bilingüe esos líderes y ciudadanos activos de a pie tuvieron puertas abiertas. Y así, nuestros servicios han llevado la crónica del quehacer en su búsqueda, de preescolar o comidas sanas para nuestros niños; acceso a la universidad para los jóvenes, salud para todos, aún para los ‘sin papeles’; español y lenguas indígenas en servicios de emergencia, eliminar barreras para la residencia y la naturalización, derecho efectivo al sufragio, representación en puestos de gobierno, etc. A diferencia de los grandes medios que han dominado las ondas en español, nuestros servicios en vez de surtir a los oyentes con información para su entretenimiento y diversión, se dedicaron a servir con información que les permitiera formarse opiniones, tomar decisiones y así pasar a la acción como ciudadanos plenos, comprometidos, participativos.
Y así como hemos procurado ayudar a tender puentes entre organizaciones y ciudadanos, así también hemos procurado acortar distancias, saltar barreras, abrir diálogos entre nuestros países mediante un periodismo sin fronteras. Por ejemplo: de Radio Educación y el IMER (Instituto Mexicano de la Radio), y en diversos momentos de Radio Michoacán, Radio Universidad de Guadalajara, Política y Rockandroll, la Voz de la Mixteca, y otros aliados; de ellos y otros hemos recibido información oportuna de interés para los paisanos que han emigrado desde las regiones más migrantes de México. A nuestra vez, hemos compartido solidariamente con las radios hermanas del sur de la frontera noticias, análisis noticioso, transmisores de radio y experiencia sobre normatividad de radio comunitaria.
Desde el sur de la frontera, traemos puntos de vista muchas veces críticos a la política exterior o migratoria de Estados Unidos, o sobre el descontrolado consumo masivo de drogas, el tráfico desbordado de armas, la intromisión en asuntos internos de los países sureños.
Desde el norte, validos de nuestra larga experiencia cubriendo asuntos de derechos civiles o del medio ambiente, hemos planteado preguntas sobre el racismo en México y América Latina, o el por qué no se hablan las lenguas mexicanas en la cosa pública; la impunidad en los feminicidios de Ciudad Juárez, la falta de datos confiables al principio de la epidemia de SIDA, el desenfrenado desarrollo costero a costa de la destrucción de manglares y marismas.
Nuestro periodismo sin fronteras se propone dar el combate contra los mitos, falsedades o desinformación que campean en la narrativa de los grandes medios dominantes, y, más recientemente, de las redes sociales. En esa narrativa figuran reportes o discursos de líderes políticos en los que se habla de los mexicanos y latinos de reciente arribo como una “oleada”, una “invasión”, gente que trae enfermedades (por eso se rociaba con DDT a los braceros), de gente que viene a robar servicios y trabajos, o incluso a robar elecciones. Por otra parte, desde los medios del sur a veces hemos tenido que andar verificando, “facts-chequeando” información tendenciosa sobre el daño que causan las vacunas o tratamientos contra el COVID-19.
Prejuicios parecidos pululan al interior de nuestros pueblos. Desde el sur, a veces se rechaza con prejuicio al mexicano del norte, emigrado o chicano, tachándolo de apátrida, snob, o ‘agabachado’; o en el mejor de los casos como un trabajador sufrido, humillado, oprimido, sometido. Un cuadro que dista del real: por generaciones, las familias del norte siguen amando a sus abuelos, a su tierra madre, y además su poder va sistemáticamente en ascenso.
Por otra parte, desde el norte, algunos en nuestra comunidad se suscriben a los prejuicios dominantes y miran al del sur como atrasado y temen que haga decaer la calidad de vida de su comunidad. Algo contrario al cuadro que revela la ciencia social, las estadísticas demográficas, mismas que indican menos criminalidad, más vida productiva, más compromiso cívico en las comunidades donde viven los inmigrantes.
A través de nuestro periodismo sin fronteras, esta es la información que cotidianamente encontramos, proponemos a las audiencias y sometemos a deliberación o debate en nuestros programas de análisis.
Para concluir, el periodismo de Radio Bilingüe es, por encima de todo, un servicio auténticamente mexicano y latino. En nuestro ejercicio cotidiano, no sólo reportamos sobre los latinos, como lo hacen muchos otros medios. Nuestro servicio es más que eso. Es hecho por los latinos, para los latinos y con los latinos. Digo con los latinos ya que por tradición nos hemos dedicado a promover los programas interactivos de línea abierta al público, que involucran al oyente como un participante. En otras palabras, los productores proceden de la comunidad radioescucha para la que informan y este servicio lo realizan en conversación constante y cercana con esa comunidad, escuchando con atención su sentir, sus opiniones y sus propuestas.
Estos son solo algunos de los aspectos más sobresalientes de la práctica del periodismo al estilo de Radio Bilingüe, una radio que nació como una organización para servir a una comunidad local y que desde entonces ha crecido, se ha conformado como una red, que sirve a una muy ampliada comunidad no tanto local, sino comunidad de interés.
Aquí concluyo mi presentación. Agradezco de nuevo a los organizadores del congreso por distinguirnos con su invitación.
Ponencia de Filemón López
Mi nombre es Filemón Benito López López. Soy nacido en San Juan Mixtepec, Oaxaca, en la Mixteca Alta Oaxaqueña.
Actualmente, trabajo en el programa semanal La Hora Mixteca de Radio Bilingüe, programa en lengua mixteca que salió al aire a principios de los años 90’s, en el cual serví como conductor en 1997 por catorce años y al cual vuelvo ahora desde hace dos años.
El programa La Hora Mixteca fue el primer programa en lengua mixteca que se escuchó en Estados Unidos, iniciado por el programador voluntario Timoteo Mendoza. Dos o tres años después seguí en la conducción, primero como voluntario y después como parte del personal.
Al principio, el programa de La Hora Mixteca era para muchos paisanos la única manera de comunicarse desde las comunidades separadas por la migración.
A cada rato recibíamos llamadas de paisanos angustiados que buscaban a sus familiares perdidos al cruzar la frontera.
Una vez, un señor de San Martín Peras, Oaxaca, llamó pidiendo ayuda para ir a recoger el cuerpo de su esposa. El señor, que no hablaba castellano y mucho menos el inglés, reportó que su esposa había muerto el cruzar el desierto de Arizona, que la dejó cubierta con un suéter debajo de un arbolito y siguió caminando para salvar a su hija de 14 años de edad. Los dos estaban muy deshidratados de tanto caminar en el intenso calor y sin agua ni comida. Habían sido abandonados en el monte del desierto por el coyote. Llegando al pueblo llamado Gila Bend, en Arizona, murió su hija y él fue trasladado por helicóptero al Hospital de Phoenix. Allí después de algún tiempo se recuperó y el Consulado de México patrocinó su viaje a Salinas, California, para encontrarse con sus cuatro niñas que habían cruzado directo por la línea divisoria.
Otro incidente que nos reportó una radioyente, una señora originaria de San Agustín Tenango, Oaxaca, que radica en Fresno, es el siguiente: ella llamó en el programa para anunciar que siete jóvenes familiares desaparecieron en el cruce fronterizo de Altar, Sonora. Iban con rumbo a Arizona. Hasta la fecha de la llamada, no se sabía de su paradero.
Otro reporte más: una señora de San Juan Mixtepec llamó de Lamont, en California, para pedir ayuda con el fin de localizar el cuerpo de su esposo, el señor Ezequiel Rendón. Ella sabía que su esposo había cruzado la frontera de Arizona con coyote y que éste lo dejó abandonado y perdido en el desierto. Nunca se supo de su paradero.
De eso hablaban muchos de nuestros oyentes que no se sentían escuchados en ningún otro lugar.
Para orientar a los oyentes sobre sus derechos humanos, civiles y laborales, desde un principio el programa de La Hora Mixteca incluye entrevistas con expertos en materia de ley laboral, educación, vivienda, salud y servicios sociales. Esas pláticas salen al aire en castellano y mixteco.
En el 2005, y gracias a un convenio de Radio Bilingüe con el Centro de Desarrollo Indígena (CDI) de México, La Hora Mixteca se pudo oír cada semana en radiodifusoras de Oaxaca, Guerrero y el Valle de San Quintín, Baja California. Así el programa llegó en vivo a los pueblos más remotos de los migrantes, en donde no tenían acceso a teléfono ni a las televisoras. De manera que por medio de La Hora Mixteca los paisanos llamaban para dejarle el aviso a sus familiares, para que esperaran a tal hora la llamada en la caseta telefónica pública del pueblo, y así se ponían de acuerdo, por ejemplo, para dejarle una clave para recoger los envíos de remesas.
Los familiares del lado de México también llamaban preocupados, a veces nada más para saber del estado de salud de los que andaban migrando en los campos del norte y asi estar más tranquilos.
A los pocos años del enlace binacional, a La Hora Mixteca llegaban durante el programa cientos de llamadas, desde los estados de California, Oregon, Washington, La Florida y otros más, de radioescuchas que deseaban ser oídos por sus paisanos y parientes en Oaxaca, Guerrero, Baja California y partes de Veracruz y Puebla. Este era el único programa donde los oyentes de habla mixteca podían entrar al aire en forma directa para hacer oir su voz
La Hora Mixteca de Radio Bilingüe abrió la puerta para que la gente mixteca hablara y expresara nuestra propia lengua y cultura milenaria. Además, La Hora Mixteca trajo algo muy novedoso y contagioso, que son las canciones chilenas. Fue el primer servicio de radio donde se oyó en grande la canción chilena. En el valle central de California y otras regiones del país, ninguna otra estación de radio tocaba ningún tipo de música oaxaqueña. Y aunque antes eran desconocidas en Estados Unidos, hoy día la bailan y la disfrutan mucha gente en general. Para nosotros los mixtecos la chilena es cultura, alma y corazón del Pueblo de las Lluvias, Ñu’un Savi.
En el tiempo que inicié, no había material de la música chilena regional de Oaxaca, porque no la producían las compañias disqueras. Empecé con un casete de música de grupos tales como el “Canta Recio” el Grupo Ceibo y por Juxtlahuaca el Grupo Acción Oaxaca, Grupo Remolino, grabados en casetes; y en Madera, California, existió el grupo “El Mamache Show” de Santa María Tindú, Oaxaca, que también grabó chilenas. Estos fueron los primeros grupos que se escuchaban en el programa de La Hora Mixteca.
Los paisanos mixtecos y oaxaqueños muy pronto se identificaron con el programa y ahora la audiencia ha crecido tanto que participan oyentes de otras etnias oaxaqueñas, guerrerenses y de la República Mexicana, así como los compatriotas mestizos que llaman y participan en el programa.
En algunos momentos del programa también se han hecho presentes los niños bilingües. Una vez llamó un niño de 5 años de edad desde Tlapa de Comonfort, Guerrero, para saludar a sus padres que se vinieron a trabajar a Estados Unidos. Le pregunté al niño: “¿Quién te está cuidando?”, y dijo que él y su hermanita están con su abuelita y que extrañan mucho a sus padres y por eso les mandan muchos saludos. Esta llamada conmovió y llenó de ternura a muchos oyentes. En muchos programas han participado niños de 5 a 10 años de edad, que llaman para saludar a sus padres y familiares. Un niño llamado Irvin Morales, de Fresno, llamaba para anunciar eventos comunitarios de su comunidad de San Miguel Cuevas, Oaxaca. Hizo tan buen trabajo que con el tiempo pasó a colaborar en el programa para contestar llamadas telefónicas.
En resumen:
A través del programa La Hora Mixteca, y sus casi treinta años al aire hablando la lengua y promoviendo las costumbres, valores culturales y tradiciones de la Mixteca y el estado de Oaxaca, hemos luchado contra la discriminación y hemos recuperado nuestra dignidad y respeto.
Por último, comparto ahora un poco de mis antecedentes antes de ser trabajador de la radio:
– En 1971, salí de mi pueblo por primera vez a Ruiz Cortínez, poblado de Sinaloa. En ese entonces tenía yo cuarto grado de primaria y no hablaba absolutamente nada de castellano. Anduve por Sinaloa, Sonora y Baja California Sur, experimentando la discriminación, humillación y burlas por ser indígena y no entender el idioma europeo que hoy es denominado español.
– En 1980, en La Paz, Baja California Sur, en un campo agrícola mis paisanos de mi pueblo de San Juan Mixtepec, me propusieron para representarlos en un reclamo contra los abusos laborales de que eramos objeto los trabajadores mixtecos. Acepté, y así ganamos dignidad y justicia laboral para los trabajadores.
– En 1980, crucé la frontera de Estados Unidos. En 1981, con un grupo de jóvenes de mi pueblo, en el estado de La Florida nos afiliamos a una organización de un líder texano de nombre Benito López.
– En 1984, en el estado de Oregón, nació la idea y el espíritu de organizarnos para luchar por la defensa de nuestro derecho laboral, vivienda, salud, educación, etc.
– En 1986, en Fresno, California nació de manera pública la Asociación Cívica Benito Juárez, una organización que fundamos para agrupar a trabajadores mixtecos migrantes. Después de ésta, en el Valle Central de California han surgido varias organizaciones religiosas y culturales de oaxaqueños.
Aquí concluye mi presentación. Gracias por invitarnos a ser parte de este importante evento.