“Ceder a las demandas de los republicanos y adoptar las políticas de Trump-Miller es una medida extrema e innecesaria, además de negligente y draconiana, que no dará a Biden ningún crédito de parte del Partido Republicano y es posible que ni siquiera obtenga la ayuda que Ucrania necesita de manera urgente».
Estos son los inmigrantes indocumentados, en la dura labor agrícola, sin seguro de salud ni esperanza de una reforma migratoria. Foto: Heidi de Marco.
Marco Vinicio González
Defensores de los inmigrantes preparan a esta comunidad en Texas para las próximas embestidas antinmigrantes, con legislaciones como la SB 4, que convierte en un crimen estatal el cruce no autorizado, aumentará la discriminación racial, dará a la policía local atribuciones de agentes federales, así como socavará el acceso al asilo. El gobernador Abbott podría firmar el proyecto de ley en cualquier momento, que entraría en vigor 90 días después de que finalice la cuarta sesión legislativa.
Además, la ley SB 3 asigna en Texas mil 500 millones de dólares para un un tramo adicional de muro fronterizo, y en la más reciente faceta de la Operación Lone Star ha desplegado a su Guardia Nacional y construirá una barrera de 8 pies de altura cerca de Brownsville, diseñada para ser resistente a los cortes y hacer muy difícil escalarla con escaleras.
Por otro lado, con la visita del presidente Bolodymyr Zelenskyy a la Casa Blanca se intesificaron las presiones para que el presidente Joe Biden negocie un paquete de ayuda adicional en apoyo a la guerra de Rusia contra Ucrania, actualmente estancado en el Congreso. Pero trascendió que la administración Biden ha indicado al Congreso que estaría abierta a negociar políticas de inmigración de línea dura a cambio de la referida ayuda.
Según esto, la Casa Blanca respaldaría una nueva autoridad para expulsar a inmigrantes sin audiencias de asilo, una medida similar a la política del Titulo 42, y además apunta a la expansión de la detención y a la deportación “expres” de los indocumentados.
El programa estelar de noticias de Radio Bilingüe, Línea Abierta abordó el tema: «Una amplia coalición en Texas se unió para instar al Departamento de Justicia de Estados Unidos a intervenir y detener la ley estatal antinmigración, SB4, ya que temen que afecte a miles de personas que buscan refugio y asilo, así como a comunidades de color en Texas y Nuevo México».
Por su parte, el Centro de Inmigración envió ayer un memorando a la Casa Blanca, advirtiendo a la administración Biden-Harris que no haga concesiones extremas en la política de inmigración a cambio de la ayuda para Ucrania, esbozando las «inmensas» consecuencias electorales de aceptar las demandas radicales del Partido Republicano antes de 2024.
Al respecto, la Directora Ejecutiva de America’s Voice, Vanessa Cárdenas advirtió que “Ceder a las demandas de los republicanos y adoptar las políticas de Trump-Miller es una medida extrema e innecesaria, además de negligente a nivel político y de política pública… que no dará a la administración Biden ningún crédito de parte del Partido Republicano y es posible que ni siquiera obtenga la ayuda que el presidente tan desesperadamente quiere y que Ucrania necesita de manera urgente».
Además, la otra guerra, calificada recientemente por el propio Biden como “un bombardeo indiscriminado” de Israel contra la población civil de Palestina en Gaza, lo que técnicamente constituye genocidio según la comunidad internacional, amenaza también la popularidad del mandatario estadunidense en las urnas en 2024.
Y en una declaración y carta esta semana, los miembros de la Mesa Evangélica de Inmigración pidieron un equilibrio entre la seguridad, el orden y la dignidad humana. «Nunca debemos abandonar el principio de ofrecer asilo a quienes huyen de un temor de persecución bien fundado», dijo el coordinador de la Mesa, Matthew Soerens.
