Ignorar un asunto no supone que desaparezca por arte de magia. Los 11 millones de indocumentados seguirán aquí, el país seguirá beneficiándose de su mano de obra tan necesaria en diversos sectores de nuestra economía, y éstos seguirán enfrentando el espectro de la deportación y la separación familiar y sus terribles secuelas.

Sea con el HR 15 o con alguna otra propuesta republicana sensata, que lleve a una negociación con el Senado, es urgente que otras figuras republicanas presionen a su liderazgo para que permita un voto en el pleno cameral. Si no lo hacen, otra vez los demócratas podrán acusarlos de obstruccionistas en las próximas elecciones.

Boehner puede liderar y ser parte de una solución beneficiosa para los inmigrantes, el país y su partido; o, como Rubio y Labrador, puede continuar en negación y seguir buscando excusas y culpables por un daño auto infligido; lo que irónicamente puede perjudicarlos… en las elecciones de medio término.

El reclamo de una madre, la mexicana Alicia Silva desgarró el viento que corría por el Paseo Nacional, que de no ser por la movilización de inmigrantes, se habría visto desierto a raíz de las barricadas metálicas colocadas debido al cierre del gobierno.