“Funcionarios de Los Ángeles, San Francisco y otras comunidades de tendencia liberal han rechazado dicha demanda, aprobando leyes locales o implementando políticas que restringen lo que la policía puede y no puede hacer para ayudar a los agentes de ICE”.

Las entidades que reciben estos fondos federales pueden sufrir un daño “irreparable”, dice la fuente, por lo que Orrick dejó sin efecto la medida de manera temporal mientras estudia el fondo de su contenido para poder emitir un fallo definitivo.

Específicamente, Sesiones dijo que la policía estaría obligada a permitir a los funcionarios de Inmigración y Aduanas (ICE) el acceso a las cárceles locales y notificar a ICE 48 horas antes de liberar de su cárcel a alguien señalado por las autoridades federales de estar en el país ilegalmente.

Emanuel y líderes policíales argumentan que lospolicías de Chicago no preguntan por el estatus migratorio porque esto podría frustrar la confianza de los residentes –principalmente indocumentados- en la policía, y desalentar a los que aquí denuncian crímenes o cooperan como testigos,

«Presentó una alarmante y apocalíptica versión de los inmigrantes en Estados Unidos, diciendo que ‘se alimentan de jóvenes inocentes’, y describiéndolos como ‘animales’ que ‘no les gusta usar armas porque son muy rápidas y no suficientemente dolorosas’, las muertes que cometen».

El proyecto de ley que firmó el gobernador Abbott hizo enojar a muchos defensores de los derechos de los inmigrantes, que compararon la flamante ley texana con la tristemente célebre ley de 2010, la SB 1070 de Arizona.

Con este fallo el juez federal de San Francisco le asesta otro duro golpe a la orden ejecutiva de Trump, que ha visto ya tres órdenes de inmigración atorarse en tribunales federales, antes de cumplir sus primeros 100 día. Como ha ocurrido con las otras dos prohibiciones temporales, las propias palabras antinmigrantes del presidente y del Fiscal General han sido usadas en su contra.

“Es momento en que las ciudades alcen la voz y pidan a las cortes que pongan punto final a la ansiedad que viven nuestras comunidades y al caos generado en nuestro sistema político”, concluyó Murray■

Algunas jurisdicciones reúsan cooperar con ICE. Berkeley y Oakland, primeras en declarar un boicot contra compañías que trabajen en la construcción del muro fronterizo.