«Tenemos que el gobernador Doug Ducey, que es también republicano como el de La Florida, fue el último en cerrar negocios aquí, y el primero en reabrirlos casi sin ninguna restricción».

Si Trump se sale con la suya, se elevará un 65% la tasa de desasegurados, y terminarán las protecciones para personas con afecciones preexistentes, las compañías de seguros volverán a estar a cargo de la atención médica y se obligará a las personas mayores a pagar más por los medicamentos recetados.

Los 50 estados habían comenzado a reabrirse después de que el coronavirus empujó al país al cierre a partir de marzo. Ahora, en medio de un aumento en el número de casos, varios estados están pausando la reapertura de sus comercios y volviendo a imponer restricciones que habían levantado prematuramente.

Si se derogara ACA, 23 millones de derechohabientes perderían su seguro de salud, incluidos dos millones en Texas y 4 millones en california, cuando la pandemia de Covid-19 parece haberse salido de control, dice el Centro para el Progreso Estadunidense.