Marco Vinicio González
Reportero / Editor de Noticias Online
Radio Bilingüe
Es el día 26 de septiembre de 2019 y los sucesos se desarrollan frente al edificio de las Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York. Ese día se conmemoró en México y en el exterior el quinto aniversario de la desaparición forzosa de 43 normalistas de Ayotzinapa. La víspera Antonio Tizapa realizó una vigilia, como lo hace todos los años desde 2015 frente al consulado de México en Nueva York. El 26 hubo una marcha a al ONU, y de regreso al consulado para concluir en Times Square, ese cruce neurálgico de la ciudad por los millones de personas que cruzan esa plaza diariamente.
“A cinco años de la desaparición de nuestros hijos, y aquí estamos, de pie”, dijo por el micrófono Antonio Tizapa, padre de uno de los 43 normalistas de Ayotizinapa desaparecidos la fatídica noche del 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero. Unas doscientas personas de colectivos seguidores y solidarios lo escuchan atentos. Han viajado a solidarizarse con Tizapa dos concejales del Congreso Nacional Indígena (CNI) y del Concejo Indígena de Gobierno. De Oaxaca una, y otro indígena zoque de Chiapas que reside en Boston, Massachusetts y que es el primer concejal migrante del CNI-CIG en el extranjero.
A todos los congregados ahí les agradeció Tizapa “por estar acá y caminar con nosotros… no ha sido nada fácil…”, y en un giro lleno de ternura, con la voz entrecortada dijo: “mi número de teléfono siempre ha sido el mismo, porque espero el día de mañana recibir un mensaje de mi hijo. A donde quiera que estés, tú y tus compañeros, ¡miren!, miren la cantidad de personas que han sido solidarias con los papás y las mamás de ustedes”, y apuntó con su dedo, refiriéndose a los presentes, pero también y sobre todo a los miles de grupos e individuos que han sostenido de manera intermitente esta causa en muchas partes del mundo durante todos estos últimos años.
“Y después de muchas investigaciones se sabe, de manera independiente, pues, que el gobierno lo que ha hecho es ocultar, maquillar todos los hechos e inventar historias fantásticas para hacer creer a la opinión pública nacional, internacional, y sobre todo a los padres y madres de Ayotzinapa que sus hijos fueron cremados ahí, en el basurero de Cocula”, como dijo en su oportunidad el exProcurador de Justicia en México, José Murillo Karam, autor de la famosa “Verdad Histórica”, que resultó mentira.
A través de un megáfono la reconocida líder de los derechos de los pueblos indígenas, Betina Cruz Velázquez, indígena Binni’zaa de Oaxaca, exprisionera política y ahora concejal del Congreso Nacional Indígena (CNI) y miembra del Consejo Indígena de Gobierno (CIG), que viajó a Nueva York a solidarizarse con la causa de Antonio Tizapa; y a recordar que dichas investigaciones independientes “han demostrado fehacientemente que los muchachos fueron desaparecidos por el Ejército, y que en la desaparición de ellos también participó la policía municipal… Entonces, con esos elementos podemos decir definitivamente que fue una desaparición forzada”.
La gente reunida en el parque frente a la ONU son inmigrantes mayormente mexicanos, y sus hijos, muchos de ellos nacidos en este país y radicados en la ciudad de Nueva York y los alrededores. Escuchan atentos las palabras de los oradores que se turnan el micrófono para compartir sus análisis de lo que han sido 5 años de incertidumbre y dolor, para los padres y madres y familiares de los normalistas desaparecidos, que han marcado un antes y un después en la historia más reciente de México y que han sido también la piedra en el zapato del gobierno federal.
La causa de la desaparición de decenas de miles en México, y en particular la de los 43 de Ayotzinapa se ha convertido así en emblema de lucha, y acusa la grave crisis de derechos humanos que vive México, al tiempo que es un desafío para el nuevo gobierno en la búsqueda de los desaparecidos.
“Fue un crimen de Estado”, afirma enfática micrófono en mano Betina Cruz, también líder de la Asamblea de Pueblos Indígenas del Istmo de Tehuantepec en Defensa de la Tierra y el Territorio (APIIDTT) en Oaxaca, “donde actualmente los pueblos originarios se hallan en resistencia contra los megaproyectos de parques eólicos que están desplazando de sus territorios a campesinos y a otros agricultores por igual, destruyendo a su paso las formas ancestrales de vida”, dice por su parte un comunicado de Antonio Tizapa. Y afirma Betina también estar en contra de la construcción del Tren Maya.
Tizapa por su parte es un trabajador inmigrante que ganó notoriedad sobre todo porque formó un grupo de corredores de maratones internacionales que portan camiseta con fotos y alusiones a la desaparición de los 43 estudiantes. Es un fuerte crítico del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (Amlo), porque dice que el mandatario no da muestras de querer investigar a fondo a los militares del 27 Batallón de Infantería del Ejército Mexicano en Iguala.
Durante la marcha dijo a Noticiero Latino que cuando Amlo era candidato presidencial personalmente le prometió a Tizapa que investigaría los archivos del Ejército en Iguala, para tratar de encontrar pistas que los llevaran al esclarecimiento de los hechos.
“Lo que me dijo él, es que fueron los militares quienes se llevaron a nuestros hijos… Y claro, que se investigue a los militares, ellos tienen mucho que ver en esto”.
Tizapa se refiere a los militares del 27 Batallón en Iguala, desde donde se registraron a través de rastreos satelitales varias llamadas de los teléfonos de algunos de los 43 estudiantes secuestrados en el autobús, según la investigación del GIEI (Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes) y hoy nuevamente aprece en las noticias, que salieron de esa zona militar los días posteriores a la desaparición de los muchachos. Ese batallón es por cierto el mismo que persiguió a Genaro Vázquez y a Lucio Cabañas en su momento. No obstante, recientemente el gobierno de la 4T aceptó implícitamente que dejaría quieto al Ejército.
Con todo, desde que tomó posesión el gobierno de Andrés Manuel López Obrador o entró en vigor la Cuarta Transformación (4T), se reabrió la investigación sobre el caso Ayotzinapa y se formó una comisión especial donde participan padres de los 43; grupos de la sociedad civil o figuras internacionales; regresaron algunos de los expertos del GIEI, y otoros antropólogos forenses, y se elevó la promesa de ir al fondo de la investigación. Y en este 5to aniversario se presentó un informe detallado de los avances y próximos pasos. La comisión que emitió el informe la encabeza Alejandro Encinas, subsecretario de Gobernación en México, en el área de los Derechos Humanos, quien en este quinto aniversario declaró:
“Hemos llegado a la conclusión de que en el caso de los muchachos de Ayotzinapa, la única verdad hasta ahora, es que no hay verdad alguna”.
Sin embargo, sí hay verdades. Como la participación del Ejército. Es un hecho, una verdad.
Antonio Tizapa dice no entender cómo es que recientemente el gobierno de México liberó a 24 expolicías municipales implicados en la desaparición de los jóvenes normalistas. “Nunca imaginamos que estuvieran dejando en libertad a personas responsables de la desaparición de nuestros hijos”, deploró.
Vale anotar que la orden de liberar a esos policías fue de un juez federal en Tamaulipas, estado mexicano con uno de los más altos índices de homicidios y feminicidios del país. Además del secuestro y la trata de migrantes. Los policías municipales liberados estaban involucrados en la desaparición de los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa. Y Alejandro Encinas, el subprocurador de Derechos Humanos calificó la resolución como «burla, una afrenta a las víctima y a los padres que muestra la miseria del Sistema de Justicia en el país».
Sin embargo Betina Cruz es enfática: “Es más, lo que yo veo ahora es que están saliendo gentes que están implicadas en la desaparición, ¿no? Hace poco salió uno que le llaman ‘El Gil’… él tenía en su celular muchos números y llamadas, relacionadas… y que iban a salir otros 23 más de la cárcel”.
Betina dijo además que ningún Estado que se presuma democrático pueda continuar con esas prácticas de desaparición. “México es un país que no está en guerra, pero que tiene más de 43 mil desaparecidos. Y también asesinados… tiene más asesinados que Siria. En México hay una guerra contra los pueblos, hay una guerra contra el pensamiento descolonizador; hay una guerra contra los indígenas, hay una guerra contra los pobres. Y parte de esa guerra también es que año con año miles de paisanos nuestros y los paisanos de Centroamérica tienen que cruzar la frontera de Estados Unidos, para llegar acá, a buscar un trabajo”.
Y envió un mensaje a los ahí reunidos, y a otros que lean esto: “El pasado 6, 7 y 8 de setiembre tuvimos una reunión en Juchitán, Oaxaca, donde el Congreso Nacional Indígena (CNI), el Concejo Indígena de Gobierno, las redes de resistencia y rebeldía y demás colectivos acordamos sumarnos a esta campaña. A esta acción global por la presentación con vida de los estudiantes de Ayotzinapa, y de los miles de desaparecidos más en México. Por eso el día de hoy estamos presentes aquí en la ciudad de Nueva York, para acompañarlos”.
Betina añadió estar segura que el responsable de la desaparición de los muchachos fue el gobierno. Que están implicados el expresidente Enrique Peña Nieto, el exProcurador, Jesús Murillo Karam, el exgobernador de Guerrero, Ángel Aguirre. Y fustigó la lentitud del gobierno, la burocracia, “y hasta ahorita, cinco años ya, y desde el principio él –Amlo- prometió que iban a acelerar la investigación; ya es casi un año de que entró y no hay nada”.
Betina tiene razón, recuérdese lo que el mismo día de esta entrevista con ella decía a la prensa en México Alejandro Encinas: “La única verdad hasta el momento, es que no hay verdad alguna”.
Y si la traba es el Ejército, Betina afirma que Amlo es el presidente de México y que si quisiera, en una investigación como esta tiene la facultad como Presidente de exigir todas las pruebas que se requieran, y tienen que ser turnadas a los investigadores. “Y yo creo que con más fuerza aún se tendría que indagar a las policías federales, estatales y locales, a los exgobernadores y funcionarios, pero sobre todo al Ejército”.
¿Y tú, cómo la ves, crees que investigará al ejército? –preguntamos. “Jajaja. Mira, muchas cosas que Andrés Manuel prometió, simplemente no se han cumplido… Por eso tenemos que seguir exigiendo”.
Tizapa dijo por su parte no perder la esperanza y enfrentar su lucha todos los días con optimismo, aunque a veces es difícil vencer la tristeza y la desesperación de no saber nada. Y que además espera que sea cierto lo dicho por el actual gobierno de México, de tener la voluntad de ir al fondo de la investigación. “Yo espero una voluntad, ¡pero con hechos! Porque del dicho al hecho, hay un trecho”.
Y señaló que en México sobre todo las madres y padres de los normalistas desaparecidos no es que estuvieran respaldando a Amlo en su campaña, sino que simplemente le pidieron que se comprometiera con la aparición de los muchachos.
“Lo que sigue es no descansar, como lo hemos hecho durante cinco años. Yo no quisiera estar aquí, marchando por la desaparición de mi hijo y sus compañeros, sino marchando pero por otras causas como contra la impunidad que tenemos en México. Porque no sólo se trata de la desaparición de nuestros hijos sino que hay miles y miles de desaparecidos, donde no solamente los militares sino que también los marinos, los militares y policías en todos los niveles están desapareciendo a nuestros hermanos mexicanos, y centroamericanos, en la zona fronteriza del sur de México.
Y agradeció a los delegados del CNI-CIG que viajaron de Oaxaca, Betina Cruz, y de Boston, Massachusetts, Ramiro Velázquez, indígena zoque de Chiapas que vive en Boston, Massachusetts y que es el primer concejal migrante indígena en el extranjero■