Marco Vinicio González
Noticiero Latino, Nueva York
A una semana de concluir los trabajos del Congreso antes de partir de vacaciones de invierno, que serán retomados sólo diez días en diciembre para finalizar este año legislativo, el liderazgo republicano de la Cámara de Representantes continúa vacilando con el tema de la reforma migratoria. Tras negar en días pasados que un proyecto de reforma migratoria pudiera pasar a conferencia de las dos cámaras del Congreso, el vocero de la Cámara baja, John Boehner ahora dice que siempre no. Que la reforma migratoria no está muerta, y que no hay nada más lejos de eso.
“¿Es una reforma migratoria muerta? Por supuesto que no”, dijo Boehner a los periodistas en una conferencia de prensa en el Capitolio el día de ayer. «Yo creo que el Congreso debe abordar esta cuestión. Nuestros comités continúan haciendo su trabajo. Hay un montón de conversaciones privadas que están en marcha para tratar de averiguar, ¿cómo podemos mejorar el movimiento en una dirección común, paso a paso ir creando base para abordar este tema tan importante… porque es un tema muy importante», recalcó, pero nunca dijo una fecha para abordar de nuevo el proceso.
Agregó que es «alentador que el presidente dijera que no iba a interponerse en el camino de una reforma de inmigración paso a paso”, ya que «ese es el enfoque que los republicanos de la Cámara han tomado», por ahora. «El pueblo estadunidense se muestra escéptico acerca de los grandes y completos proyectos de ley, y francamente así debería ser», sostuvo.
“Me alegro mucho que no está muerta”, dijo por su lado el congresista demócrata, Luís Gutiérrez, en respuesta a las declaraciones de Boehner. “Ahora, díganos, ¿Cuáles son los parámetros, cómo es que usted va usted a proceder, y darnos la legalización?”.
Retomando la tradición estadunidense de ofrecer comida en el invierno al peregrino, en representación de los trabajadores agrícolas Alejandra Mendoza llevó a las oficinas en Washington de Boehner y otros cuatro republicanos más, una canasta con pavo; y con el vino que se destila donde ella, también campesina e indocumentada junto con toda su familia, ha venido cosechando las uvas que lo producen, con sus propias manos durante un década y media.
“Vengo ahora en representación de de ellos -los campesinos-, para pedir a los republicanos ¡que apoyen la ley! Que ya es tiempo que nos escuchen”, dijo al colocar la canasta con los víveres que depositó en la oficina de Boehner, donde no le abrieron la puerta.
El presidente Obama y otros prominentes demócratas han dicho poder aceptar una reforma migratoria en cinco pedazos, siempre y cuando todos ellos se conviertan en ley.
