Marco Vinicio González
Noticiero Latino, Nueva York
El Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP) concluyó este fin de semana en Nueva York las pre audiencias con inmigrantes mexicanos y centroamericanos, atrapados en los confines de Estados Unidos, donde se les humilla y explota por hallarse indocumentados,
Con historias de inmenso dolor expresado en el tono a veces roto de su voz, y con lágrimas en los ojos, armándose de valor durante tres días consecutivos las y los inmigrantes trabajadores y en buena medida indígenas dieron testimonio de las vejaciones, violaciones sexuales y de todo tipo a sus derechos humanos, extorsiones y hasta asesinatos y secuestro presenciados en la travesía, por parte de autoridades policíacas y migratorias, así como por el crimen organizado, a su paso por México. Y dieron muestra de un fuerte sentimiento de repudio al Estado mexicano y al de algunos gobiernos centroamericanos por su complicidad con Estados Unidos en el abandono a la defensa de sus derechos humanos.
No obstante, los inmigrantes expresaron también un saludable grado de solidaridad y organización social, principalmente entres las mujeres, quienes según dijeron van hallando en este país un espacio para su potencial emancipación, “y a veces no necesitamos a nuestros esposos”, dijo una de ellas.
Entre un destacado grupo de dictaminadores de este tribunal, que hemos mencionado en la pasada entrega, estaba el Obispo de la diócesis de Saltillo en Chihuaha, México, Raúl Vera. En entrevista exclusiva a Radio Bilingue el obispo Raúl Vera denunció la corrupción e impunidad del gobierno de México y responsabilizó las políticas neoliberales y al Tratado de Libre Comercio como la punta de lanza de una historia de saqueo y despojo, en la que Estados Unidos tiene un alto grado de responsabilidad. Señaló que para salir del hoyo tendría que hacerse una reconstrucción del Estado:
“Lo más urgente es la reconstrucción del Estado. ¡Lo han desbaratado! Para sustentar el primer crimen, que es el poder del dinero, han tenido que adelgazar al máximo al Estado. De esa manera, lo que más exige el día de hoy el Capital es no tener ningunas regulaciones”. Añadió que se trataba de una transferencia de los servicios sociales al capital privado: “’venga, échenoslos para acá, a nosotros déjenos los negocios’… Y también el dinero exige el cambio de las leyes, el cambio de la legislación, todo a favor de ellos”. El Obispo cuestionó también el papel del Estado como ente regulador del ingreso, como el distribuidor de la riqueza social: “Eso está en cero. Y luego, el Estado como el que debe regular la aplicación del derecho… No, nada… el Estado es ya de este tamaño”, dijo, indicando una pequeña distancia entre sus dedos índice y pulgar.
El TPP terminó su labor de tres días en Nueva York, con el apoyo de la iglesia católica y los organizadores Juan Carlos Ruíz y Cinthya Santos, entre otros. Este jueves en la ciudad de Seattle, Washington se reanudarán las pre audiencias de la sección México del Tribunal en el tema de la Migración, y al finalizar esos encuentros los miembros dictaminadores del panel emitirán un documento con las conclusiones de su gira por Estados Unidos.
