Zaidee Stavely
Noticiero Latino, San Francisco, CA
Más de cien personas estallaron en gritos de “Sí se pudo!” y “El pueblo vencerá!”, después de que los supervisores del condado de San Francisco aprobaron una ordenanza que les prohíbe a los policías entregar a las personas arrestadas a Inmigración, después de cumplir sus sentencias, lo que sucede en la mayoría de los casos.
Sonia Cauich estaba entre los que dieron su testimonio ante los supervisores para apoyar la iniciativa: “Pues la gente ya no va a tener miedo de llamar a la policía. Porque yo tengo miedo de llamar a la policía. Mis hijos tienen trauma”.
Cauich fue separada de sus hijos cuatro días, y entregada a Inmigración después de llamar a la policía para reportar un caso de violencia domestica entre unos parientes. Sus tres hijos se quedaron solos. El bebé de 6 meses todavía tomaba pecho.
Una amplia coalición de grupos comunitarios buscaba que se prohibiera la entrega a Inmigración a cualquier persona, después de cumplir su sentencia. La versión final de la ordenanza permite que se entregue a Inmigración a los que tienen antecedentes de ciertos crímenes violentos. Para que se convierta en ley, los supervisores tienen que votar una segunda vez y el alcalde tiene que firmar la ordenanza.
