Mientras la distribución de pruebas de coronavirus es ineficiente e insuficiente en muchos lugares del país, sobre todo ahora que comienzan a darse resultados de las masivas movilizaciones de viajeros por las fiestas decembrinas y de Año Nuevo. En medio de una explosión incontrolada de casos de Covid por la presencia de Ómicron, como hemos publicado aquí, y con un país pobremente vacunado (62 por ciento), el gobernador republicano de La Florida, Ron DeSantis deja expirar un millón de pruebas de Covid-19 al no distribuirlas ni anunciarlas a la población.
De la redacción
Con una pobre tasa de vacunación, del 63% o apenas ligeramente por encima de la mitad de su población vacunada, La Florida tiene una fuerte necesidad de distribuir las pruebas de covid para contener la expansión del coronavirus, ya que tampoco el uso de los cubre bocas es obligatorio en ese estado.
En tanto, líderes de los distritos escolares están luchando con la decisión de mantener las escuelas abiertas o cambiar al aprendizaje remoto, en un panorama cada vez más intolerante.
Y es que de acuerdo con datos de la Universidad Johns Hopkins, en el país hay un promedio de 700 mil casos de Covid diariamente, el doble que el año pasado por estas fechas, y los hospitales tienen cada vez menos personal disponible por lo que pueden ser abrumados fácilmente.
Además, por segundo año consecutivo de pandemia la presión pública ha aumentado para mantener abiertas las escuelas del Kinder al 12vo grado, según expertos en salud pública, y la presión de los padres y líderes políticos sugiere que cerrar las escuelas del K-12 posibilita más lastimar a los niños, académica y emocionalmente, que manteniendo abiertos los planteles escolares; mientras, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, CDC, afirman que el salón de clases es un ambiente más seguro para los menores.
En medio de este turbulento panorama, la administración de DeSantis dice que dejó expirar un millón de pruebas de Covid-19 en un almacén de La Florida. De acuerdo con la publicación, The Hill, Kevin Guthrie, director del Departamento de Manejo de Emergencias de La Florida dijo que “Recibimos una extensión de tres meses para esos kits de prueba, que terminaron venciendo entre el 26 y el 30 de diciembre. Tratamos de entregarlos de antemano, pero no hubo demanda”.
Pero esta declaración fue rápidamente desmentida. La fuente cita por ejemplo que desde el 21 de diciembre Daniella Levine Cava, la alcalde del condado de Miami-Dade escribió una carta al cirujano general de La Florida, Joseph Ladapo, en la que pedía que “todas las pruebas posibles se dirijan al condado de Miami-Dade para satisfacer la creciente demanda de pruebas en nuestra comunidad”.
Un video publicado por Daniel Uhlfelder, un abogado de La Florida, muestra también una fila masiva de autos de personas esperando para hacerse la prueba en un centro de pruebas de Covid-19 en Miami el 17 de diciembre.
Y a principios de la semana pasada, dice la fuente, la Comisionada de Agricultura de La Florida, Nikki Fried acusó a DeSantis de almacenar pruebas de COVID-19 que se necesitaban con urgencia, y emitió un comunicado pidiendo que se publiquen rápidamente las pruebas: “Dada la falta de transparencia del gobernador durante esta pandemia, no se conoce información pública sobre estas pruebas o cuándo vencen. Con las infecciones de Ómicron explotando en Florida, le ruego –a DeSantis- que publique estas pruebas de inmediato”, dijo Fried.
Por otro lado, y siguiendo con The Hill, las autoridades de salud estatal soltaron otra bomba la semana pasada: “el Departamento de Salud estatal publicó pautas de prueba actualizadas esta semana, que recomiendan que las personas con COVID-19 que no muestran ningún síntoma no necesitan hacerse la prueba». La guía dice que «es poco probable que las pruebas de Covid-19 tengan algún beneficio clínico».
Como era de esperarse, dicho anuncio alarmó a muchos expertos en salud pública en ese populoso estado. Aileen Marty, una profesora de enfermedades infecciosas en la Universidad Internacional de La Florida, le dijo al Orlando Sentinel que “las pruebas ofrecen recuentos de casos de COVID-19 más precisos, que son necesarios para estimar cuántos recursos necesita una comunidad para adelantarse a futuros brotes repentinos antes de que comiencen… Animar a las personas a NO hacerse la prueba es la manera perfecta de enmascarar la verdad, ocultar el riesgo para la población, subestimar las necesidades de recursos y prolongar el problema”.
La situación de Covid-19 es especialmente grave en La Florida, ya que el estado experimentó un aumento del ¡849%! en los casos de covid a principios de esta semana, concluye la fuente■