De La Redacción
Presionado tal vez por las incesantes movilizaciones de estudiantes, activistas, empleadores, religiosos, trabajadores y funcionarios electos de los tres niveles de gobierno, la administración Obama anuncia cambios paliativos en las políticas de reingreso y deportación para la comunidad inmigrante.
El Servicio de Inmigración y Ciudadanía de Estados Unidos (USCIS) dice que reabrirá casos de perdones migratorios (waivers) que fueron negados injustamente en el pasado por delitos menores en el récord de los solicitantes, según reporta el periódico La Opinión de Los Ángeles. Muchos de esos casos serán revisados para determinar si una persona con delitos menores debió y debe ser excluida del país.
Existe la falsa percepción popular de que todos los delitos de un inmigrante le cierran el camino para ser elegible a un perdón. Pero la verdad en los hechos es que no todos los delitos que comete un inmigrante lo hacen inelegible para dicho perdón, cuando se tiene medios de legalizar el estatus a través de un familiar, dice la fuente.
Y aunque el delito de haber entrado o reentrado ilegalmente al país aparentemente ha dejado de ser un ‘crimen’ administrativo, para convertirse llanamente en un crimen, la ley federal vigente sobre la materia dice USCIS, que los delitos menores y delitos cometidos en la juventud no excluyen automáticamente a la persona para dicho perdón.
Entre los delitos menores que no excluyen a una persona de poder inmigrar a Estados Unidos legalmente y obtener un perdón de reingreso están por ejemplo el delito por manejar bajo la influencia del alcohol, o por robos menores. Los delitos que sí son graves para la ley migratoria son los relacionados a drogas y a violencia doméstica, y otros más graves, por ejemplo, e impiden el otorgamiento de permisos.