Marco Vinicio González
Noticiero Latino
La administración Obama ha deportado en lo que va de su gestión, a partir de 2009 un millón 700 mil inmigrantes, o en promedio 400 mil al año. Casi el doble de los que expulsó George W. Bush en sus dos términos, o un millón 57 mil. Y al finalizar este año podrían rebasarse los dos millones, dice un estudio de la Universidad de California en Merced, publicado en marzo.
El estudio añade que entre ¡1892 y 1997! fueron deportados dos millones 100 mil indocumentados, lo que era a cifra más alta de toda la historia. Y que la justificación de las deportaciones modernas ha sido el endurecimiento y la violación de leyes consideradas hasta hace pocos no graves. Por ejemplo, una cuarta parte por posesión de drogas, particularmente mariguana, lo que conlleva una sentencia en prisión. 23 por ciento por infracciones, mayormente de tránsito, y la quita parte de dichas detenciones y deportaciones por reingresar al país sin ‘papeles’.
La situación de los niños estadunidenses hijos de inmigrantes indocumentados resulta aun más grave, sostiene el referido estudio. La mayoría de los expulsados tienen hijos estadunidenses, y sus expulsiones ha derivado en al menos 51 mil infantes viviendo en hogares sustitutos o de adopción (foster homes), que no pueden reunirse con uno o los dos padres que han sido deportados, quienes con frecuencia pierden la potestad legal sobre sus hijos y terminan algunas veces siendo dados en adopción.
El Centro de Investigación Aplicada advierte que en los próximos cinco años la cifra de niños “huérfanos” podría aumentar en 15 mil más.
El Instituto de Políticas de Migración sostiene por su parte que ahora se destinan más fondos públicos para detener a indocumentados dentro de Estados Unidos y para vigilar la frontera; es decir, 18 mil millones de dólares anuales, o más de lo que reciben combinadas las agencias de vigilancia en el país: como el FBI, la CIA y la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego.