Marco Vinicio González
Noticiero Latino, Nueva York
La primera de una oleada de deportaciones de niños y algunas madres comenzó hacia Honduras ayer, con 40 migrantes indocumentados detenidos brevemente en tres barracas de Artesia, Nuevo México, reporta Prensa Asociada (Ap). La noticia corrió como la pólvora en diversas agencias de noticias y en las principales cadenas de televisión nacional.
Los medios afirman que los menores y algunas de sus madres son parte de los casi 82 mil inmigrantes indocumentados que han sido deportados a México y Centroamérica en los últimos meses de lo que va del año. El referido grupo fue colocado en un avión en Roswell y enviado a Honduras.
La vocera del servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), Gillian Christensen declaró textualmente a Ap: «Como han dicho el presidente Obama, el vicepresidente y el secretario (de Seguridad Nacional) (Jeh) Johnson, nuestra frontera no está abierta a la inmigración ilegal y devolveremos a los recientes inmigrantes ilegales».
En una de las primeras reacciones, el representante republicano por Maryland, Andy Harris dijo a NBC News que “El asunto es que la comunidad no los quiere, los representantes en el Congreso no los quieren, y el Departamento de Seguridad Nacional es lo que debería estar viendo”.
Y el senador McCain agregó que esto es lo que estaban esperando.
Por su parte, desde el Capitolio de la nación, en Washington, DC, el representante demócrata por Illinois, Luís Gutiérrez declaró a la fuente: “Cuando vemos a estos niños, vemos la cara de nuestros hijos, vemos la cara de nuestros sobrinos y sobrinas, vemos la cara de nuestra comunidad”.
Oficiales del Departamento de Seguridad Nacional confirmaron a CNN que en los próximos días y semanas esperan repatriar a más migrantes a El Salvador, Honduras y Guatemala.
Según The Huntington Post, la administración Obama había anunciado recientemente que tenía planes de “convertir las instalaciones en Artesia en uno de varios albergues temporales para manejar el flujo de mujeres y niños que huyen de la violencia de pandillas y la pobreza en Centroamérica”.
En las barracas improvisadas como refugio en Artesia se albergaba a casi 700 personas mientras esperaban la deportación o solicitaban asilo. “Actualmente, alrededor de 400 personas están detenidas en el lugar, señalaron funcionarios”, de acuerdo con la fuente.
La agencia de noticias Reuters afirma sin embargo que la semana pasada 126 migrantes habían sido deportados a Guatemala. “En vuelo que transportaba a 126 migrantes guatemaltecos, entre ellos 90 mujeres, aterrizó en la Ciudad de Guatemala el jueves después de que fueron deportados de los EE.UU”.