Marco Vinicio González
Noticiero Latino
El Congreso retoma actividades esta mañana y los republicanos, cuyo liderazgo se halla atemorizado por ala radical del Tea Party, vienen con el claro objetivo de derogar la Ley de Salud Asequible, tomando como rehén las negociaciones sobre el gasto público y el límite al endeudamiento, aun a costa de paralizar las operaciones del gobierno si éste no cede a sus amenazas, reporta Prensa Asociada.
Esto, porque los republicanos no frenaron el proyecto de reforma migratoria en el Senado, y por las intenciones del gobierno de atacar Siria.
“Vamos a continuar haciendo todo lo que podamos para proteger a los estadunidenses del peligro que representa esta ley de salud”, declaró John Boehner, vocero de la cámara baja desde el podio del recinto.
En una asamblea comunitaria el senador republicano por Utah, Mike Lee arenga a sus constituyentes para que no voten por ningún mecanismo que apoye la ley de salud de Obama:
“Pidan a sus senadores y a sus congresistas a que no voten por ninguna pieza del gasto, ningún mecanismo de financiamiento que incluya fondos para la implementación adicional del Obamacare”.
De acuerdo con el Centro de Investigaciones Pew, siete de cada diez republicanos identificados con Tea Party des aprueban el desempeño de sus líderes en el Congreso. Y aquellos con alguna inclinación libertaria impulsan una reducción del gobierno en la vida nacional, reducir el gasto público en programas sociales, no aumentar impuestos y aprueban una política exterior no intervencionista.
En tanto, a pesar de la controversia y las preguntas que existen sobre la total implementación del Obamacare en el futuro cercano, la actitud del electorado a cerca de la manera como el presidente Obama está manejando el tema permanece sin cambios: La más reciente encuesta de Rasmussen Reports afirma que 41 por ciento de los entrevistados aprueba la Ley de Salud Asequible, contra el 44% que le atribuye un pobre alcance.