Marco Vinicio González
Noticiero Latino
Continuando con la movilización nacional por una reforma migratoria, un grupo de 16 inmigrantes y sus defensores, que viajaron desde Massachusetts y Nueva Orleáns, iniciaron ayer un ayuno frente a la Casa Blanca, que reemplazaron a otras cuatro personas que ayunaban ahí desde el 8 de abril, para presionar al Presidente a que suspenda las deportaciones vía administrativa, dicen agencias.
En tanto, el Movimiento por una Reforma Migratoria Justa (FIRM), reiteró el ultimátum dado a la Cámara baja para que el 28 de junio apruebe dicha reforma, con camino a la ciudadanía, en conmemoración del primer año que se cumple ese día, desde que el Senado aprobara el proyecto de reforma migratoria, o habrá más protestas a lo largo y ancho del país, dijeron los activistas.
Recientemente la líder de la minoría demócrata en la Cámara Baja, Nancy Pelosi dijo a la prensa que existe un elemento racista en la oposición a la reforma migratoria, porque si se tratara de inmigrantes irlandeses, sostuvo, el proyecto ya habría pasado.
“Yo creo que el racismo tiene algo que ver con no querer pasar el proyecto de reforma migratoria… les he oído–a los republicanos- decir a los irlandeses ‘si se tratara de ustedes sería más fácil’”.
FIRM dijo que a finales de junio evaluará las posiciones tomadas frente a este tema por parte de los congresistas, y que llamará este primero de mayo a todos los sectores sociales, con énfasis en el sindicalismo, que ha dado grandes muestras de apoyo, y que su calificación será plasmada en las urnas, declaró Kika Matos a nombre de FIRM.
En días recientes el Secretario del Departamento de Seguridad Nacional, Jeh Johnson ha dicho que estudia la posibilidad para limitar las deportaciones de indocumentados que no tengan antecedentes penales serios.
Por otro lado, miembros de la academia y hasta congresistas republicanos han expresado que están seguros de que si el Congreso no actúa pronto, el presidente Obama echará mano de sus facultades ejecutivas.
