Marco Vinicio González
Noticiero Latino, Nueva York
Cientos de manifestantes protestaron en Nueva York ante uin inminente ataque bélico contra Siria, anunciado primero por el Presidente Obama, quien luego hiciera un alto en su decisión y diera marcha atrás para iniciar una intensa campaña de cabildeo que busca esta vez la autorización del Congreso antes de bombardear objetivos militares y del gobierno sirio, por su presunta responsabilidad en el altaque a las afueras de Damasco contra la población civil opositora al régimen de Basha Assad.
La campaña de Obama impulsada ayer a través de los más difundidos medios de comuicación, y desde su habitual discurso radiofónico de los sábados busca el apoyo bipartidista del Congresdo para la nzar un ataque punitivo contra el país surasiático.
Los manifestantes en Times Square aseguran que no hay evidencias concluyentes todavía que incriminen claramente al gobierno de Assad en dicho ataque con gas sarin contra su pueblo, por lo que exigieron una investigación más amplia, luego que el equipo de expertos en armas químicas de la Organización de Naciones Unidas (ONU) terminara su inspección el fin de semana.
De hecho, trascendió que mercenarios opositores al presidente Assad se adjudicaron la agresión con armas químicas, según un reportaje de la corresponal de Prensa Asociada, Dale Gavlak, en el que explica que la muerte de civiles se debió a la mala manipulación de agentes tóxicos entregados a los mercenarios -inexpertos en el manejo de estas armas- por el jefe de servicios de inteligencia de Arabia Saudita, Bandar Bin Sultan.
En tanto, Rusia sigue rechazando fuertemente en el Concejo de Seguridad de la ONU cualquier ataque a Siria, ante la falta de evidencias concluyentes, dice el gobierno de ese país, según The New York Times. La fuente agrega que la Liga de paises Árabes endosó una acción interna.
En lo doméstico, algunos políticos y oficiales electos criticaron la decisión de Obama, de detener el ataque contra Siria, argumentando que esto debilita la posición de un presidente y envía un peligroso mensaja de debilidad al resto del mundo, y en particular a los terroristas.
Ante la falta de certidumbre, y con el fantasma de Irak todavía en el aire, los manifestantes en Nueva Yor se oponen a resolver el conflicto con bombas y más muerte.