Demócratas pueden cambiar reglas del Senado y transitar de la oscuridad a la luz

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden hace un llamado de emergencia a su bancada en el Senado para votar en contra del filibusterismo. Foto: José López Zamorano.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden hace un llamado de emergencia a su bancada en el Senado para votar en contra del filibusterismo. Foto: José López Zamorano.

“No hay mayor recordatorio de lo que está en juego si nuestra democracia falla que el aniversario del ataque del 6 de enero al Capitolio de nuestra nación. No podemos ser una nación entregada al gobierno de la mafia por perdedores doloridos. No debemos permitir que los extremistas y los políticos que los apoyan retrocedan nuestros derechos de voto a la era de Jim Crow”.

De la redacción

Tras la serie de éxitos públicos que ha permitido el sabotaje partidista del proceso electoral, el líder de la mayoría demócrata en el Senado de Estados Unidos, Chuck Schumer declaró que si los republicanos continúan bloqueando la legislación sobre el derecho al voto – lo que siguen haciendo- los demócratas cambiarían las reglas del Senado.

Como se ha podido ver, existe una movilización nacional donde por medio de la intimidación a funcionarios que supervisan las elecciones en los estados están cediendo el paso a otros candidatos republicanos a sustituirlos para ser responsables de las elecciones de 2024.

Por ejemplo, el Centro por la Justicia Brennan señala que “Veintiséis estados tienen elecciones para secretarios de estado en 2022, incluidos Arizona, Colorado, Georgia, Michigan, Minnesota y Nevada. Los votantes también seleccionarán funcionarios electorales locales en muchos estados, incluidos Colorado, Michigan, Nevada, New Hampshire, Texas y Wisconsin. Estos funcionarios tendrán un papel fundamental que desempeñar para garantizar (o socavar) el proceso democrático en 2024 y más allá”.

Como se recordará, el estado de Arizona concluyó su revisión partidista de las elecciones de 2020 con un rotundo fracaso para las aspiraciones insurreccionistas de Trump, y la legislatura de Georgia aprobó un proyecto de ley con el voto sólo de los republicanos, para destituir a Brad Raffensperger, el secretario de estado electo que se enfrentó a la intentona trumpista para revocar los resultados de las elecciones de 2020. La idea era reemplazarlo, como presidente de la Junta Estatal de Elecciones con un presidente elegido por dedazo, como se hace en las “repúblicas bananeras”.

Y en Texas, el gobernador Greg Abbott firmó una ley para que los funcionarios locales y los trabajadores electorales activaran una cadena de observadores electorales partidistas y redujeran el acceso a la votación, como una de las tantas tácticas de supresión de los derechos de voto del manual republicano.

De esta suerte un día después de que Trump lo solicitara, a John B. Scott, el secretario de estado de Texas ordenó una dudosa revisión electoral, que los republicanos llaman falsamente “auditoría”.

En tanto, en estados como Missouri y Oklahoma, los legisladores republicanos hicieron lo prpio, introduciendo legislaciones aún más extremas que los llevaron al punto, casi, de anular directamente los resultados electorales legítimos. Se trató de una afrenta a la integridad del sistema electoral estadunidense y contra las normas democráticas.

En medio de este panorama, los demócratas acusaron a las referidas legislaturas estatales republicanas de promulgar leyes que restringirían los derechos de voto de las minorías anulando las votaciones anticipadas y por correo.

Pero el obstáculo para impedir que los republicanos se salgan con la suya, y ya llevan más de 30 estados con legislaciones aprobadas por sus respectivas Legislaturas para suprimir el voto de las minorías y cientos de proyectos legales de este tipo en curso, se llama filibusterismo.

Y esto no sólo se refiere al voto, sino que seguir perdiendo un apoyo crucial como el Crédito Tributario por Hijos, la seguridad para las comunidades queer y trans, los inmigrantes indocumentados que aportan billones a la economía estadunidense y las protección para el planeta Tierra devastado por el cambio climático.

Por eso Schumer está llamando a los senadores de su partido a votar contra el filibusterismo, porque hoy más que nunca la democracia necesita que se conviertan en leyes la Ley de Libertad de Voto y la Ley de Promoción del Derecho al Voto John Lewis, bloqueadas por el líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell.

Este fue precisamente el espíritu del mensaje que emitió hoy a la nación el presidente de Estados Unidos, Joe Biden■

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