Javier Aparisi
Noticiero Latino, Miami, FL
El sur de Florida amaneció este lunes con asombro y dolor tras una toma de rehenes del fin de semana que dejó un saldo de siete muertos.
Pedro Vargas, un cubano americano de 42 años de edad vivía junto a su madre anciana en un edificio de apartamentos de la ciudad de Hiahleah, una localidad de la zona metropolitana de Miami con un elevado número de hispanos.
Vargas provocó un incendio en su apartamento y mató a seis vecinos con disparos en la madrugada del sábado, antes de ser abatido por un equipo de tácticas especiales de la policía, según las autoridades.
El presunto autor de la matanza tenía permiso para portar una pistola Glock de 9 mm que aparentemente fue utilizada en la matanza.