De La Redacción

La ciudad de Nueva York, al igual que otras ciudades y estados, abre los brazos para recibir a los niños centroamericanos llegados a este país sin compañía de un adulto. Mientras, crece la histeria de un sector ultraconservador de la población estadunidense y de algunas ciudades, donde población y políticos en busca de un asiento en el Congreso y las legislaturas, o en diversas gubernaturas y otros que se reeligen, por la presencia de los niños centroamericanos en la frontera y su rechazo a darles albergue humanitario. Se niegan a cumplir con la ley que garantiza una evaluación hecha por un juez de inmigración antes de ser de vueltos a sus países de origen, donde les espera la violencia, la miseria y quizás la muerte, reporta The New York Times.

Oficiales de la ciudad declararon que se ha formado una fuerza de trabajo ara atender las necesidades básicas de los niños, pues desde el mes de octubre han llegado a Nueva York unos tres mil 200 menores no acompañados. El fiscal de Queens convocó ayer a cientos abogados para representar a estos niños en la corte, y agrupaciones comunitarias prestarán ayuda también para atender sus casos de deportación, problemas de salud, la matrícula escolar y otras necesidades urgentes.

Se espera la llegada de siete mil menores más en los próximos meses, no sólo a la ciudad sino a otros puntos del estado de Nueva York, donde muchos de ellos tienen familiares, declararon a la prensa local activistas que han sido informados por el gobierno federal.