Marco Vinicio González
Noticiero Latino, Nueva York
Decepcionados con el presidente Obama por no cumplir su promesa de dar alivio a los inmigrantes indocumentados, a través de una acción ejecutiva, más de 20 niños nacidos en Estados Unidos con padres deportados o a punto de serlo visitaron ayer el Congreso estadunidense y se sentaron frente a las oficinas del senador demócrata por Nevada, Harry Reid, “para tocar el corazón de los congresistas y poner un rostro humano al drama de las deportaciones”, reporta la agencia Dpa.
El aplazamiento de la acción ejecutiva hasta después de las elecciones del 4 de noviembre se traduciría en la deportación de unos 70 mil inmigrantes, o el número proporcional de familias que serán destrozadas, calculan agrupaciones en favor de la reforma migratoria.
Por su parte, Verónica Noriega, quien ayer terminó una huelga de hambre de 7 días afuera de un centro de detención de Inmigración y Aduanas (ICE) en Tacoma, Washington, en protesta por la detención durante todo un año de su esposo, Ramón Mendoza Pascual, expresó en el programa Línea Abiertade Radio Bilingüe el drama que viven sus hijos separados de su padre, quien se halla a la espera de su deportación en medio de un limbo legal y sumido en la incertidumbre sobre su futuro inmediato.
“Bueno para ellos ha sido muy difícil estar lejos de su papá, y mi niña de cinco años, ella siempre dice que quiere que su papá la abrace, porque como muchos sabemos sólo podemos visitarlo y hablar con él por teléfono, no es directamente en persona, y entonces ella dice que quiere un abrazo de su papá…”, dijo a Línea Abierta Verónica Noriega. Ramón Mendoza Pascual, su esposo, a su vez organizó y protagonizó una prolongada huelga de hambre en ese centro de reclusión, por lo que fue severamente sancionado, deploró la mujer.