Los contratos de utilidad compartida que propone el presidente mexicano Enrique Peña Nieto en su reforma energética, permiten a transnacionales petroleras británicas y estadounidenses, como Royal Dutch Shell, British Petroleum y Exxon Mobil, su regreso triunfal a territorio mexicano, además de que con proyectadas reformas constitucionales tendrían garantizada la propiedad de los hidrocarburos, del mismo país del que fueron expulsadas hace 75 años, señala el senador de oposición Manuel Bartlett Díaz. Por su parte, figuras de izquierda impulsan una consulta nacional y movilizaciones de repudio para frenar la reforma de Peña Nieto. Martha Elena Ramírez conduce esta emisión del programa Voz Pública, desde la Ciudad de México.
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