Marco Vinicio González

Noticiero Latino, Nueva York

En algunos de los 25 estados que expandieron el Medicaid, sus condados están discretamente enrolando a los presos en un seguro de salud bajo el Obamacare, extendiendo la cobertura a los adultos solteros y sin hijos, que son buena parte de la población carcelaria del país, con un seguro que conservan aun cuando salen de prisión. Con esto los estados transfieren millones de dólares de su nómina de gastos en este rubro al gobierno federal, reporta The New York Times.

Aunque Medicaid no brinda atención médica estándar a los internos, sí puede pagar por sus estadías de más de 24 horas en un hospital. Según la fuente, los presos tienen desproporcionadamente altas tasas de enfermedades crónicas, especialmente enfermedades mentales y trastornos de adicción a las drogas, pero pocos sin embargo tienen seguro médico, y muchos podrían ser elegibles al Medicaid, una vez libres,por sus bajos ingresos, que no rebasen el 138% de la linea de pobreza que establecen los estándares federales.

Un estudio halló que en el estado de Washington la gente pobre que recibió tratamientos para combatir la adicción a las drogas reportó significativamente menos arrestos y menos reincidencia a la prisión, que quienes no fueron tratados.