De La Redacción
El gobierno de Barack Obama intenta meter en cintura a las agencias de espionaje estadunidenses, quienes tienen que sujetarse a la ley. Por eso el Departamento de Justicia dictaminó ayer que la Oficina federal de Investigaciones, el FBI y otras agencias federales del ramo judicial estarían obligados grabar en video las entrevistas practicadas a los sospechosos en la mayoría de los casos. De esta suerte el gobierno federal homologaría dichas prácticas con muchas de las jurisdicciones estatales y locales, reporta The New York Times.
Es uno de los cambios más significativos introducidos en las políticas del FBI bajo la dirección de James B. Comey, dice la fuente, quien se hizo cargo como director de esta agencia federal en septiembre. El predecesor de Comey, Robert S. Mueller III, y funcionarios de alto rango en esa oficina se habían opuesto a dichos cambios, una vez que el requisito de video fue establecido, aduciendo que las cintas podrían revelar las tácticas de interrogatorio de los agentes y desalentar a los testigos de hablar.
Oficiales de alto rango del Departamento de Justicia y de la FBI se han mostrado cada vez más abierto a las grabaciones en vídeo de los interrogatorios, señalados con frecuencia como formas de tortura para obtener información, y los ex fiscales y abogados defensores también han abogado por esta práctica de grabar los interrogatorios.
Un ex fiscal de Estados Unidos en Arizona, que había sido despedido en 2007 por su oposición a la política del FBI se puso en contacto con el jefe de personal del señor Comey el año pasado, con la esperanza de que el titular de la agencia cambiara dichas prácticas que han sido tan criticadas, y que según análisis aun echando mano de la tortura ha rendido tan pocos resultados.