Rubén Tapia
Noticiero Latino, Los Ángeles, CA
En las escalinatas de la alcaldía de la ciudad de Los Ángeles y rodeado de más de un centenar políticos demócratas, religiosos, sindicalistas y activistas pro inmigrantes el gobernador de California, Jerry Brown firmó la Ley AB 60, que dará nuevamente oportunidad a los indocumentados para que puedan obtener una licencia de manejo en el estado.
«Cuando millones de personas sin documentos manejan legalmente en el estado de California, el resto del país tiene que tomar nota. Los indocumentados ya no están en las sombras, están vivos y coleando y son respetados en el estado de California», destacó Brown antes de firmar la ley, y agregó; «Washington escucha: nosotros, el pueblo de California hemos redefinido lo que es ser americano, lo que significa ser un buen ser humano, persona y familia en nuestras comunidades».
Con la firma del Gobernador Brown California reautoriza el derecho de manejo que hace 20 años elimino el entonces gobernador republicano, Pete Wilson durante su cruzada contra la población indocumentada.
El impulsor principal de esta ley es el exlegislador demócrata, Gil Cedillo, ahora recién electo concejal de Los Ángeles, quien agradeció a la amplia coalición que hizo posible que la ley fuera realidad, incluido el Alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti y su jefe de policía, Charlie Beck.
Cedillo agradeció también al veterano activista, Nativo Lopez, y a su desaparecida esposa Ruby, así como a varios políticos que lo respaldaron cuando era objeto de burlas que le ganaron el apodo de legislador de una sola propuesta o “One bill Gil”, por sus siglas en Inglés. Cedillo intentó que se aprobara esta legislación diez veces a lo largo de más de una década.
La Ley AB60, que fue redactada por el legislador demócrata, Luis Alejo, entrará en vigor el 1 de enero del 2015, o antes si el Departamento de Motores y Vehículos tiene lista la estructura operativa para recibir la demanda que se calcula en más de un millón de choferes indocumentados. Estos deberán de probar que residen en el estado, pasar una prueba de manejo y contar con un seguro contra accidentes.
La parte polémica de esta legislación fue que será un poco diferente a las demás licencias de conducir, lo que causó malestar en una parte de los grupos pro inmigrantes. Los proponentes incluyeron una clausula en la ley que prohíbe explícitamente que el portador de esta licencia pueda ser discriminado, o seguírsele una investigación criminal por su estado migratorio.