De La Redacción

Las divisiones internas en el Partido Republicano podrían dar al traste con su plan económico. Anticipándose a una toma de control del Congreso, han montado una agenda económica que refleja su pequeño-gobierno, con una filosofía antiregulaciones y un frente unido contra el presidente Obama, reporta The New York Times.

Las propuestas de los republicanos se beneficiaría principalmente de la industria energética, la reducción de impuestos y regulaciones para las empresas en general, y que continuarán con el ataque a la Ley de Salud Costeable, con una mezcla de ideas que deja a muchos economistas, entre ellos varios conservadores, muy decepcionados.

La lista de propuestas de los republicanos incluye medidas para aprobar el oleoducto Keystone XL, ampliar la extracción de petróleo en alta mar, bloquear la regulación federal de fracturamiento hidráulico, o «fracking», e impulsar una política de bosques abiertos a las empresas madereras.

Otras propuestas se refieren a medidas más localistas, como los proyectos de agua en el centro de Oregon y en el Valle de San Joaquin, en California.