Marco Vinicio González
Noticiero Latino, Nueva York
Usando una camiseta amarilla como todo el grupo de trabajadores, con la leyenda #PaidSickLeave, el alcalde de Nueva York repartía volantes en una estación del metro en Queens. Y es que la Ciudad y el Departamento de Asuntos del Consumidor anunciaban ayer que la Ley de Ausencia Remunerada por enfermedad permite a los trabajadores poder comenzar a disponer de sus días acumulados en sólo dos semanas, como establece la medida que entró en vigor el 1 de abril.
La establece que hasta principios de este año sólo las empresas con más de 20 trabajadores estaban obligadas a pagar por días de enfermedad a sus empleados, pero lo negocios con cinco trabajadores o más tendrán que a proporcionar a sus empleados al menos cinco días pagados al año por enfermedad o pagarán una multa. Y los negocios con menos de cinco trabajadores tendrán que proporcionarles cinco días anuales de enfermedad, aunque sin goce de sueldo.
La ciudad estima que la nueva ley cubrirá los días por enfermedad de por lo menos un millón de neoyorquinos.
Esta ley ha levantado protestas de algunos pequeños empresarios que dicen tener demasiada presión ya, como para asumir una nueva responsabilidad.
Pero muchos trabajadores le dieron la bienvenida a la nueva ley, como relató un empleado -no identificado- a la televisión pública, sobre la difícil situación en la que se vio envuelto recientemente, cuando tuvo que dejar en casa a su esposa embaraza, que estaba a apunto de tener el bebé: “Porque no podía dejar el trabajo, porque era lo único que tenía para sustentarla a ella; para pagar renta y todas las cosas. Y tuve que irme. Tuve que irme a trabajar y la dejé sola, y se tuvo que ir en un taxi”.
Barbara Sidley, dueña del restaurante La Palapa, opinó a la televisión que la medida es buena para ella como propietaria, y para los trabajadores también. Y que si los trabajadores están bien, eso se refleja en la salud de su negocio: Porque, “tienen mucho estrés, no pueden trabajar bien, y eso tampoco es bueno; entonces uno tiene que cuidar a los empleados porque ellos nos cuidan a nosotros especialmente. Nunca es fácil, especialmente siendo dueña de un ‘small business’ como dicen, es difícil siempre», afirmó.