Rubén Tapia
Noticiero Latino, Los Ángeles, CA
Siete mil millones de dólares de los contribuyentes son destinados para la asistencia pública a trabajadores de mega empresas de comida rápida, pues los bajos salarios y la falta de beneficios obligan a los trabajadores de de este ramo a solicitar asistencia pública.
Los siete mil millones de dólares que desembolsan cada año los contribuyentes de Estados Unidos para pagar por las estampillas de comida y servicios sociales que usan los empleados de compañías de comida rápida, por los bajos sueldos que les pagan y sin beneficios, los obliga a solicitar ayuda gubernamental, según revela un reciente estudio titulado, “Comida Rápida, Salarios de Hambre”, elaborado por las universidades de Berkeley y de Illinois.
Ken Jacobs es uno de los investigadores: “Más que la mitad de las familias trabajadoras en la industria de comida rápida están participando en programas públicos, tiene que usar estos programas públicos para sobrevivir”, dijo.
Diez fueron las empresas estudiadas que incluyen en primer lugar a McDonalds, Yum Brands, Subway, Burguer King y Wendy’s, que en su conjunto emplean a más de dos millones de trabajadores en el país. Los estados que más gastan en darles asistencia pública a sus trabajadores son California, con 717 millones, Nueva York, con 708, Texas con 556, Illinois con 368 y La Florida, con 348 millones de dólares. Por otra parte estas 10 mega empresas de comida rápida reportaron el año pasado ganancias por siete mil 440 millones de dólares.