El 13 de enero funcionarios estatales, defensores y líderes comunitarios en una conferencia de prensa virtual calificaron la medida del gobernador Gavin Newsom como un movimiento histórico para garantizar el acceso equitativo a los alimentos para todos los residentes de California. “Este es el primer gran paso para hacer que el acceso a los alimentos en California sea equitativo”, dijo la senadora estatal demócrata de Sanger, Melissa Hurtado, autora en 2021 de la Ley de Alimentos para Todos o Comida Para Todos (SB 464). “Sabemos que la inseguridad alimentaria toca muchas vidas”.
De la redacción
El gobernador de Californai, Gavin Newsom propuso extender una oportuna medida como primer paso para frenar la inseguridad alimentaria de millones de californianos de bajos ingresos y sin estatus migratorio. Se trata de una pieza legislativa de asistencia alimentaria a inmigrantes indocumentados mayores de 50 años de edad, dice un reporte de Nadia López, reportera del Fresno Bee, que forma parte la Colaborativa de Noticias del Valle Central.
El plan del gobernador para ayudar a los adultos indocumentados está incluido en su propuesta de presupuesto estatal, de 286 mil millones de dólares para el año fiscal 2022-23, de los que Gavin Newsom “asignaría unos 35 millones de dólares para ampliar la elegibilidad de CalFresh, entre otros beneficios de asistencia alimentaria para todos los residentes de bajos ingresos y de 55 años o más, independientemente de su estado migratorio”.
Actualmente no todas las personas indocumentadas son elegibles para los beneficios de CalFresh, sostiene la reportera. “Sólo ciertos inmigrantes de bajos ingresos que han vivido en Estados Unidos durante al menos cinco años, incluidos los admitidos por razones humanitarias y aquellos con residencia permanente pueden ser elegibles para los beneficios”.
Y agrega que en la actualidad, los inmigrantes que reciben asistencia o beneficios relacionados con la discapacidad, y los niños menores de 18 años con residencia permanente, también son elegibles, independientemente de su fecha de ingreso.
En tanto, la medida de Newson coincide con la aparición de un interesante estudio publicado el lunes por Proceedings of the National Academies of Sciences, donde afirma que “La asistencia monetaria para madres pobres aumenta la actividad cerebral de los bebés”.
El estudio, que fue citado ayer por The New York Times, señala que «se proporcionó a las madres pobres estipendios en efectivo durante el primer año de vida de sus hijos, lo que parece haber cambiado la actividad cerebral de los bebés en formas asociadas con un desarrollo cognitivo más fuerte”.
Estos hallazgos tienen potenciales implicaciones para la política naconal de red de seguridad, sobre todo ahora que el presidente Biden persiste en revivir su propuesta de expandir el crédito fiscal por hijos, con un programa de subsidios mucho más amplio para familias con niños.
«Queda por verse si los cambios en los patrones cerebrales se traducirán en mayores habilidades», dicen algunos revisores del estudio, ya que “otras investigaciones ofrecen razones para esperar”. Aun así, la evidencia de que un solo año de subsidios podría alterar algo tan profundo como el funcionamiento del cerebro de un menor destaca el papel que el dinero puede desempeñar en el desarrollo infantil.
Por su parte, la neurocientífica de la Universidad de Pensilvania que realizó una revisión de dicho estudio, Martha J. Farah declaró a la fuente que “Es una prueba de que simplemente dar más dinero a las familias, incluso una cantidad modesta de dinero adicional, conduce a un mejor desarrollo del cerebro”.
Con todo, según datos de Feeding America en 2019, una organización nacional sin fines de lucro que comprende más de 200 bancos de alimentos, “muchos trabajadores agrícolas no tienen acceso a alimentos frescos y saludables, y enfrentan otros desafíos causados por el cambio climático”, dijo Hurtado a Nadia López.
Por ejemplo, sostiene esta fuente, “en el condado de Fresno alrededor del 14.7 por ciento de toda esa población se consideraba insegura desde el punto de vista alimentario. Y en los condados vecinos del Valle Central, como Kings, Tulare, Merced, Mariposa y Madera, la tasa de inseguridad alimentaria cayó entre el 12.6% y 15.6%”.
Robin Allen-Maddox, gerente de comunicaciones del Banco de Alimentos de California Central, dijo al Bee que “la organización ya está ayudando a 38 mil californianos en el Valle Central, que se consideran inmigrantes calificados”. Y agregó que «un financiamiento ampliado podría ayudar a más personas mayores», aunque no cambiaría las operaciones diarias del banco de alimentos en lo que respecta a la divulgación y la educación sobre los beneficios de CalFresh, concluyó López■