Marco Vinicio González
Noticiero Latino
El tiroteo en el astillero naval de Washington abre una nueva avenida al debate sobre el control de armas de fuego, que comienza a girar no en torno a las armas ni a las municiones, sino a la necesidad de invertir más dinero en tratamientos para prevenir enfermedades mentales, reporta The New York Times.
A pesar del divisionismo existente durante al menos dos décadas en el Congreso sobre la necesidad de una ley más estricta que regule las armas, hay sin embargo un punto de acuerdo entre republicanos y demócratas, y aun la propia Asociación Nacional del Rifle, sobre la necesidad de impedir la venta de armas a personas con padecimientos mentales.
Sin embargo, los esfuerzos para frenar y mejorar el deterioro económico que sufre el sistema de salud mental del país, con la intensión de ayudar a prevenir los cada vez más recurrentes tiroteos masivos, se hallan estancados en el Congreso, atorados en la discusión general sobre la ampliación de la verificación de antecedentes y los límites a la venta de armas y municiones.
No obstante, si los cambios en el aspecto de la salud mental no imponen nuevas regulaciones a nivel federal, no está claro que se hubiera podido evitar el tiroteo de Aron Alexis, pues el exreservista de la Marina compró el arma en otro lugar distinto a donde ocurrió el tiroteo, afirma el Times.