Marco Vinicio González
Noticiero Latino, Nueva York
Aunque el liderazgo demócrata y republicano del Senado revisaban hasta la madrugada de hoy una propuesta para reabrir el gobierno y extender el tope de la deuda pública, las negociaciones siguen estancadas a 24 horas de caer en la insolvencia financiera,o default, reporta The New York Times.
El nuevo secuestro al presupuesto federal cumple hoy medio mes, y ayer en la cámara baja las dos alas de los republicanos, los conservadores y los intransigentes financiados por el Tea Party -entre 60 y 80 de los 224 republicanos en la Cámara- chocaron abiertamente por primera vez en torno a un plan para reabrir el gobierno, dicen agencias.
La medida buscaba abrirse paso en la Cámara y en esencia similar al proyecto del Senado, con sólo algunas modificaciones. Se omitieron detalles y el plan no se divulgó, pero aprobaba un presupuesto limitado al 15 de enero y permitía al Departamento del Tesoro solicitar dinero prestado normalmente hasta el 7 de febrero, sostienen fuentes oficiales. Añaden que líder de la Cámara de Representantes, John “Boehner se pronunció por fijar el 15 de diciembre como fecha límite para liberar el flujo del gasto público”.
La propuesta fracasó ayer en dicho cuerpo legislativo y pone en las cuerdas a Boehner, quien necesitaría la ayuda de unos 200 demócratas para pasar cualquier proyecto de solución que destrabe el entuerto, y abandonar su promesa de que cualquier resolución presentada a votación en el pleno debe contar previamente con la mayoría republicana; “una medida destinada a preservar la unidad del partido”, y “para él un objetivo crucial”, reportan diversas agencias y medios de comunicación. Por su parte, un estudio de la agencia Reuters reafirma que “Boehner necesitará el apoyo de los demócratas -que suman 200 de los 435 miembros de ese cuerpo legislativo- para aprobar el referido plan”.
Los incesantes cambios en las decisiones de los legisladores republicanos a través de prolongadas jornadas de debates se ven hoy como la estrategia de los ultra derechistas para tumbar al gobierno, que es su única preocupación, afirman expertos.
En tanto, y como se temía, la calificadora crediticia Fitch puso a Estados Unidos bajo la categoría, «calificación negativa en estudio», aduciendo que «la confrontación política y la reducción en la flexibilidad financiera podría incrementar el riesgo de un cese de pagos por parte de Estados Unidos»; y advirtió que podría quitar al país la nota crediticia soberana AAA, lo que “amenazan -entre otras cosas- con minar la confianza en el papel del dólar estadunidense como la moneda de reserva global preeminente”, señaló Fitch en un comunicado.
Hoy las repercusiones negativas continúan golpeando los índices bursátiles como el Dow Jones y Nasdaq, que cerraron a la baja otra vez ayer, y el Departamento del Tesoro anuncia que le quedaban 35 mil millones de dólares, y que si el Congreso no aprueba la autorización de fondos se quedará sin «medidas extraordinarias» que le permitan pagar lo adeudado.
Las partes no pudieron indicar cuál serían sus próximos pasos ni anunciaron futuras reuniones para la negociación. Pero el Times en su portada anuncia que tanto la jerarquía republicana como demócrata en el Senado forjan hoy un acuerdo para reabrir el gobierno y extender el tope de la deuda, dándole autoridad para pedir más dinero prestado, con una posible votación en el pleno de la Cámara y el Senado esta misma tarde.
