Marco Vinicio González
Noticiero Latino
En una decisión que sorprendió al mundo, por lo menos en este hemisferio, con una votación de 87 de los 111 diputados que asistieron a esa cámara el día de ayer (integrada por 157 diputados), el Congreso de Guatemala aprobó una resolución -no vinculante-, que niega la existencia de genocidio en Guatemala durante el conflicto armado entre 1960 y 1996 en ese país centroamericano, y además llamó también a la reconciliación nacional.
Ofensiva, racista e ilegal fueron los calificativos que mereció la decisión de dicho congreso, dado que en un juicio histórico el año pasado -denominado por cierto, “El Juicio del Siglo”-, que fue promovido por las víctimas de la política exterminio, particularmente contra pueblos indígenas, el ex general Efraín Ríos Montt fue sentenciado por la matanza de miles de indígenas durante su dictadura.
Esta sentencia dictaminó una condena de 80 años en prisión para Ríos Montt, aunque dicha condena fue domiciliaria y más tarde con medidas legaloides el ex general fue absuelto alegando errores procesales. Esto motivó la indignación de los guatemaltecos en Estados Unidos, como reportamos aquí oportunamente.
La decisión ha abierto de nuevo la herida histórica de los pueblos indígenas en Guatemala. Porque el tema va más allá del ámbito judicial, e incide de lleno en medios de comunicación social, sectores de opinión, pueblos, plazas, calles, comunidades y hogares guatemaltecos, “abriendo así nuevamente la polarización entre hermanos, y propiciando opiniones contrarias a la paz, que impiden la definitiva reconciliación”, a la que aluden los diputados, reportan agencias.
Vale recordar que en 1999, tres años después de haberse firmado la paz en Guatemala, un informe de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico de la Organización de Naciones Unidas estableció que hubo genocidio durante la guerra de 36 años que dejó más de 200 mil muertos y desparecidos.