De la Redacción
Hoy los neoyorquinos salen a elegir en las urnas a su próximo alcalde, y también votarán por algunas enmiendas, entre otras de sus elecciones. Curiosamente, el candidato demócrata a la alcaldía, Bill de Blasio, quien a pesar de llevar en la recta final de las campañas más de 40 puntos porcentuales sobre su oponente republicano, Joe Lhota, y permanecer en las calles hasta el último minuto, su abrumadora ventaja pudiera provocar desánimo en el electorado por acudir a las urnas pues la elección estaría más que definida.
El propio de Blasio conminaba hasta el día de ayer por la noche al electorado, a que saliera a votar “por el candidato de su preferencia, pero salgan a votar”. Y es que es sabido que el triunfo electoral no lo determinan las encuestas de opinión previas al sufragio, sino el voto depositado en las urnas el día de la elección. Y que en la mayoría las veces, una baja participación electoral, sobre todo cuando las contiendas son reñidas, aunque este no es el caso, favorece al Partido Republicano según expertos; pues la proporción demográfica suele ser mayor en los habitantes de la raza blanca, aunque las cosas tienden a cambiar pero falta aun tiempo para revertir tal proporción.
Las declaraciones de ayer por parte de de Balsio no sólo estaban encaminadas a asegurar su triunfo en las urnas hoy, pues ya estaba asegurado desde hace semanas, sino sobre todo apuntaban a ganar la elección con un mandato sólido que sólo brinda un triunfo mayoritario, dicen los medios de comunicación.
En tanto, el candidato republicano y ultraconservador, Joe Lhota espera que ocura hoy una suerte de milagro capaz de revertir la tendencia que marcan las encuestas.