Rubén Tapia
Noticiero Latino, Los Ángeles, CA.
California tiene la obligación de garantizar que todos sus distritos escolares brinden la educación lingüística necesaria a miles de estudiantes aprendices de inglés que ahora no la están recibiendo. Así lo determinó ayer martes James Chalfant, juez de la Corte Superior de los Ángeles. La decisión fue en respuesta a una demanda presentada el 24 de abril de 2013 por la Unión Estadunidense de Libertades Civiles (Aclu), the Asian Americans Advancing Justice, Public Councel, y la firma de abogados, Latham & Watkins LLP,
La demanda fue interpuesta en representación de tres estudiantes del distrito escolar de Compton y sus padres, así como un maestro retirado, en contra del estado de California, la Mesa de Educación Estatal, el Superintendente escolar, Tom Torlakson y el Departamento de Educación estatal.
Según documentos oficiales, la demanda fue impulsada después de que el Departamento de Educación de California reconoció que durante el año escolar 2010-11, más de 20 mil alumnos de grupos minoritarios que muy probablemente asisten a las escuelas más pobres y con menos recursos del estado, no recibieron ningún tipo de instrucción especial para garantizar que avanzaran en el dominio del idioma inglés.
En enero de este año, Aclu exigió al Departamento de Educación de California que tomara medidas en contra de 251 distritos escolares -una cuarta parte de los distritos del estado-, que no estaban proveyendo servicios lingüísticos necesarios a sus aprendices de inglés.
Uno de esos distritos demandados es el Distrito Unificado de Los Ángeles con más de 670 mil estudiantes -en su mayoría latinos- y que es el distrito escolar más grande de California y el segundo en todo el país.
California cuenta con 1.4 millones de alumnos aprendices de inglés, que representan una cuarta parte de los alumnos del sistema escolar público de California.
Al comentar la decisión Mark Rosenbaum, alto consejero de Aclu, señaló que la demanda “representa un paso muy importante para los derechos civiles de todos los estudiantes y residentes del estado”, porque funcionarios educativos de California han creado “un virtual sistema de castas que niega acceso al idioma ingles a miles de estudiantes en su mayoría ciudadanos, vínculo que nos une a todos como californianos” .