Marco Vinicio González
Noticiero Latino, Nueva York
Para actuar con eficiencia y rapidez en aumentar el ingreso de estudiantes de bajos recursos, dado su pobre récord en este renglón según algunos, la Universidad de Chicago anuncia una serie de reformas en su política de admisión que buscan asegurar no sólo un mayor ingreso y más rápido, para lograr una mayor diversidad estudiantil, sino además para garantizar el éxito de los nuevos estudiantes una vez reclutados, reporta The New York Times.
Las reformas incluyen varias medidas poco inusuales, dice la fuente, como la eliminación de la expectativa de que los estudiantes de bajos y medianos ingresos tengan puestos de trabajo durante el año académico. En su lugar la universidad garantiza a los estudiantes becas pasantía durante el verano después de su primer año de estudio, y les proporciona asesoría profesional a partir de ese primer año.
El decano la universidad de Chicago, John W. Boyer dijo al Times que este esfuerzo –que se implementará por fases en los próximos cinco años-, es parte de una estrategia “para crear un plataforma común de oportunidades a todo el estudiantado”. Que significará un gasto mayor por estudiante que elevaría eventualmente los costos de la universidad, si es que ésta tiene éxito al ampliar la matrícula de nuevos estudiantes de bajos ingresos.
El porcentaje de estudiantes de bajos ingresos en las universidades de élite apenas ha cambiado en las últimas décadas, y la Universidad de Chicago ha tenido una menor diversidad económica que la mayoría de estas universidades. La creciente brecha entre ricos y pobres, y el aumento de la competencia para la admisión en las mejores universidades contribuyen a las preocupaciones que alimentan la desigualdad en lugar de la movilidad social, afirma el periódico.