El mismo día que inició la votación temprana en Texas, el presidente Trump llegó a Houston y encabezó un acto público para reavivar la campaña de reelección del senador republicano Ted Cruz. Aunque Cruz sigue arriba en las encuestas, su contrincante, el demócrata Beto O’Rourke ha recaudado más dinero y ha acaparado grandes titulares con su campaña de contacto directo con los votantes. En la recta final, el conservador estado de Texas es considerado territorio en disputa y todos los ojos están puestos en el electorado latino. Eso es lo que reporta Mariana Pineda desde Houston.
El pasado lunes fue el primer día del voto por adelantado en Texas.
“You are ready to vote, we together today are going to decide the future…”
Desde las 7 de la mañana un energizado Beto O’Rourke visita varias zonas latinas de la ciudad para motivar a los electores que desde muy temprano hacen largas líneas en los centros de votación.
“Juntos, unidos vamos a hacerlo para este país…”, dice.
En un colegio comunitario al sureste de Houston baja de su minivan y se aproxima a decenas de personas que lo esperan entusiasmados.
Se escuchan consignas pro Beto…
Edwin Hurtado, de 24 años, es estudiante de derecho y le preocupa que en su estado más de cuatro y medio millones de residentes no tengan seguro médico, incluyendo más de 600 mil niños, porque es muy caro.
“A mí me gusta la alternativa de Beto que apoya el “Health Care” de Bernie Sanders, ya que es mejor para la gente que no tiene dinero y no tener que pagar cantidades exorbitantes”
En improvisado mitin el candidato demócrata O’Rourke habla brevemente sobre educación, derechos humanos, trabajos, unidad bipartidista y también sobre el tema migratorio:
“No necesitamos muros, necesitamos tratar a cada persona con respeto y con dignidad…”
Escuchar sus palabras le gustó mucho a Laura Wev, madre de familia inmigrante de México y quien llegó de voluntaria a promover el voto latino. Dice que está preocupada por la separación familiar de los que huyen de la pobreza y violencia en Centroamérica:
“Es incomprensible que haya muchos niños separados, bajo la administración republicana”
Beto también logra el apoyo de Jorge Hernández, un jubilado de casi 85 años de edad. Estaba en línea para votar por el demócrata e incluso colocaba unas letras de cartulina que el construyó deletreando el nombre del candidato; dice que Beto es el candidato del cambio.
“Tiene corazón y por mi parte creo que es lo más importante. Tienes que tener corazón, si no tienes corazón, ni pa’ qué. Éste si lo tiene y es de El Paso, y con mucha más razón sabe lo que es sufrir y trabajar”, sostiene Hernández.
Este mismo lunes pero por la noche a un auditorio de Houston lleno a capacidad, en su mayoría de gente blanca, llega el presidente Trump a hacer campaña en favor de su ex rival en la carrera presidencia y senador federal por Texas, Ted Cruz.
“God Bless Texas and God Bless President Donald Trump”, se escucha a Cruz.
Como tres mil simpatizantes no pudieron entrar, pero siguieron los detalles del evento por grandes pantallas instaladas en las afueras del estadio.
Se oyen consignas de apoyo a Trump…
De los pocos latinos presentes, uno fue el empresario petrolero Gonzalo Jiménez, de origen mexicano, que porta una gorra roja con el lema de campaña de Trump: ‘Make América Great Again’.
“Tengo negocios de transportes de petróleo y me ha ido muy bien desde que llegó él y hay bastante trabajo y en todos los lugares que voy todos están contentos”
Trump: «Build the Wall, build the wall”
Construir un muro en la frontera con México, consigna siempre presente en los mítines de Trump, es un proyecto que apoya el militar retirado, John Escoto, de 65 años y un ferviente republicano. Considera que ayudará a que Estados Unidos mantenga su independencia.
“Es el mejor ejemplo que tenemos porque está dispuesto a proteger nuestras fronteras y nuestro país”, señala Escoto.
Según la empresa encuestadora “Ipsos”, el republicano Ted Cruz mantiene una ventaja de 5 puntos sobre su rival demócrata Beto O’Rourke. El voto latino en Texas representa un 30 por ciento del electorado y 6 de cada 10 favorecen a Beto. Si un buen porcentaje sale a votar se pudiera enviar al primer senador federal demócrata en más de dos décadas al Senado e ir cambiando el color político del estado.