«No debería haber sucedido»: los oficiales de asilo detallan las cuentas de abuso a los migrantes. Más de 160 informes, obtenidos por Human Rights Watch revelan las crónicas de los solicitantes de asilo tras haber sido violentados física y sexualmente por agentes fronterizos mientras se encontraban bajo la custodia de Inmigración”.
La organización Human Rights Watch reveló los resultados de una acuciosa investigación obtenida a través de una solicitud de registros públicos de las corporaciones de Inmigración que custodian la frontera. A través de 160 informes presentados por agentes federales de asilo entre 2016 y 2021, se transmiten los detalles del abuso que los solicitantes de asilo describieron haber experimentado durante las interacciones con los funcionarios fronterizos y mientras se encontraban bajo custodia de las autoridades de Inmigración.
Además de dichas denuncias por abuso físico, emocional y sexual, los migrantes dijeron en algunos de los informes que «no se les preguntó siquiera si temían persecución» ni les dijeron que no podían solicitar asilo, sino que “fueron presionados con amenazas para firmar documentos y, en algunos casos sus documentos fueron destruídos por los agentes fronterizos, reporta The New York Times.
Durante la administración pasada esta práctica se consideraban “lo normal”, dice la fuente, y con la llegada del nuevo gobierno se han emprendido esfuerzos por desarraigar esta cultura racista y violenta que denigra la humanidad de los inmigrantes, particularmente sin son personas pobres y de color.
De hecho, en un informe preparado por un oficial de asilo, de los Servicios de Inmigración y Ciudadanía (USCIS), el oficial escribió que “amenazar con violar a una persona por negarse a firmar documentos es un grave delito». Y tras pedir disculpas al migrante ofendido el oficial recordó haberle dicho que el trato violento que recibió, «No debería haber ocurrido”.
Los relatos de los inmigrantes entrevistados a cerca del despectivo trato que recibieron de los agentes de Inmigración son variados. Por ejemplo, una migrante reportó que en abril de 2017 intentó huir de un agente de la Patrulla Fronteriza, pero “me atrapó y me tiró al suelo de una manera muy agresiva. Y me levantó tres o cuatro veces y siguió tirándome al suelo”. Luego la mujer dijo que el oficial “también me agarró por el cabello y me pateó en el pecho y en la parte inferior de la pelvis”, provocando que sangrara.
En los informes presentados por los oficiales de asilo, los migrantes describieron ser llamados «cerdos», «manadas de animales» y un «parásito». «Te tratan como si fueras un inútil, como si no fueras un humano»; también les dicen, “salvajes asesinos sin sentido», «infrahumanos» e «indignos de ser encendidos por el fuego».
La fuente señala además que en algnos de los 160 informes presentados por funcionarios federales de asilo, de 2016 a 2021, se tacharon con tinta muchos detalles, incluidas fechas y ubicaciones de los “asaltos”. Si bien las quejas se basan principalmente en interacciones que tuvieron lugar durante la administración Trump, “las escenas del mes pasado de agentes de la Patrulla Fronteriza a caballo en Del Rio, Texas, acorralando a los inmigrantes negros con sus riendas han renovado el enfoque en años de quejas sobre el trato inhumano hacia los inmigrantes indocumentados”.
Marsha Espinosa, portavoz del DHS dijo en un comunicado el miércoles por la noche que «El departamento no tolera ninguna forma de abuso o mala conducta… bajo el liderazgo del Secretario, Alejandro N. Mayorkas el departamento está realizando revisiones internas para identificar y acabar con los prejuicios intolerables y reformar sus políticas y capacitación”. Y dijo también haber emitido memorandos sobre «la necesidad de respetar la dignidad de cada individuo, luchar contra la discriminación y salvaguardar los derechos y las libertades civiles».
Por su parte, el presidente Biden prometió públicamente que los agentes de la Patrulla Fronteriza capturados en cámara en Del Río “pagarán por su comportamiento”. La fuente afirma que está llevando a cabo una investigación interna sobre esas acciones, y que los funcionarios de la administración de Biden han prometido compartir públicamente los hallazgos. Pero como es sabido, en el pasado ha habido poca transparencia sobre tales investigaciones o medidas disciplinarias.
Chris Magnus, el designado de Biden como director de Aduanas y Protección Fronteriza, durante su audiencia de confirmación este martes prometió a los legisladores que hablaría sobre la investigación de Del Rio. “Tengo una larga historia de transparencia y de compartir cosas con el público, sea cual sea el resultado, porque creo que así es como se mantiene y se genera la confianza”.
Según datos de DHS, “de 2016 a 2020 hubo 409 mil referencias para entrevistas de miedo creíbles con oficiales de asilo». Y en una solicitud posterior, Human Rights Watch “descubrió que de más de 2 mil denuncias de mala conducta de funcionarios fronterizos entre 2012 y 2015, más del 95 por ciento de esos casos terminaron sin acción contra el acusado.
Las denuncias solicitadas por Human Rights Watch se enviaron al inspector general del Departamento de Seguridad Nacional, pero no han recibido respuesta. Con todo, el abogado de asilo, Mathew Bowen declaró a la fuente que las opiniones de uno de sus clientes sobre los abusos de los agentes fronterizos eran «comunes en todo el sector de la Patrulla Fronteriza de Tucson… Es parte de la cultura de la agencia»■