De la redacción
Una deshonesta empresa de políticos republicanos, medios de comunicación irresponsables y hasta académicos falsea la realidad con fines aparentemente politiqueros. Pero la historia de dos indígenas mayas ixil y su penosa zaga en busca de asilo en Estados Unidos, contada en este programa de Línea Abierta, nos sirve para ver en “alto contraste” las diferencias de la política migratoria del gobierno de Biden con la de Trump, que sustenta el falso discurso de una “invasión” de migrantes en la frontera. La historia que reseñamos aquí queda ilustrada en el ejercicio del abogado que defendió con éxito a ambos indígenas mayas durante ambos gobiernos federales con resultados distintos en uno y otro.
Un análisis de extractos periodísticos contradice la falsa narrativa de políticos republicanos y medios de comunicación deshonestos que alimentan una retórica incendiaria acerca de la “amenaza” de “hordas” de “salvajes” migrantes que están desbordando la frontera sur de Estados Unidos y que por lo tanto hay que cerrarla, como propuso Trump con su fallida política del muro fronterizo.
Además, documentos de la propia Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), que comparan los flujos migratorios anuales de 2012 a la fecha identificando el flujo de cada mes en cada uno de los distintos años, desnudan la falsedad de dicha narrativa antinmigrante. Más bien podrían estar forjando ya el discurso de campaña de los republicanos hacia las elecciones intermedias de 2022: una “crisis” humanitaria en la frontera, derivada de la blanda política migratoria de los demócratas.
Pero lo que sí existe es un dramático contraste entre la administración Biden y la perversa política migratoria de Trump, que prevalece en la derecha contra los migrantes que vienen en busca de una vida mejor para sus hijos.
De esta suerte, la historia de dos líderes de derechos humanos de la cultura maya ixil, que se vieron obligados a huir de Guatemala en 2019 después de recibir amenazas de muerte y solicitar asilo político en El Paso, Texas, sirve para contrastar la realidad entre el gobierno de Bden y el de Trump.
No obstante esta historia concluyó con éxito, tras muchas vejaciones y sufrimiento de los referidos migrantes mayas ixil, dice Chelis López en la en la introducció del programa Línea Abierta que conduce y que reseñamos aquí.
Resulta que Gaspar Cobo y Francisco Chávez, ambos líderes de una comunidad maya guatemalteca solicitaron asilo en El Paso, Texas, hace un año y medio aproximadamente.
“Uno es sobreviviente de una masacre del Ejército guatemalteco y testigo clave en el caso contra el general Efraín Ríos Montt, quien fue condenado por genocidio”, señala Chelis López, quien también platicó en este programa con Carlos Spector-Calderón, reconocido abogado de inmigración experto en asilo político y asesor de “Mexicanos en el Exilio”, con sede en El Paso.
“… Guatemala es un país muy hermoso… pero somos gobernados desde hace cientos de años por personas que no son como nosotros, que no respetan los derechos humanos… nosotros siempre hemos sido marginados y discriminados. Yo vengo de la región Ixil, en el norte de Guatemala, una región muy bonita que cuenta con muchos recursos o bienes naturales, como la gran cantidad de montañas, de bosques, muchos recursos hídricos. Pero también tenemos muchos recursos minerales, que nos hacen blanco de las empresas nacionales y transnacionales con un interés muy grande para entrar en la región”, dijo Gaspar Cobo.
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Tras huir de las amenazas de muerte en Guatemala estos líderes mayas van a enfrentar la violencia cruda de la travesía por México. Van sufrir en carne propia la extorsión y va a enterarse del asesinato de los asaltantes del camino y de cierta policía mexicana, famosa por la ausencia de escrúpulos y la ambición de despojo a los migrantes, que muchas veces hace difícil precisar dónde termina el pandillero narcotraficante y comienza el policía.
La travesía es larga, dice López en el recuento de la desafortunada zaga que emprendieron los dos líderes mayas. “Llegan a México y no les fue tan bien. El coyote los abandonó, algo muy recurrente contra los migrantes, la policía los extorsiona, y encima cuando tratan de pedir ayuda a las autoridades no les creen, los discriminan”.
–Francisco, cuéntanos tu experiencia del su recorrido en México, que por cierto fue alcanzado por la pandemia –apunta la conductora de Línea Abierta.
“Sí, lo que nos había pasado es algo muy trágico, muy doloroso, en el sentido de que nadie quisiera vivir eso. Que es lo mismo por lo que estaba huyendo de Guatemala; pero cuando cruzo el territorio mexicano, igual, el abuso y la prepotencia de las autoridades de Guatemala es la misma que en México”, sostiene Francisco Chávez.
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Ya estando en Estados Unidos, detenidos, la situación en cautiverio no fue mucho mejor. Además, mientras sufrían el desprecio y la discriminación de las autoridades de Inmigración bajo la pasada administración, como dice un dicho popular, ‘les llovió sobre mojado’. Y es que mientras pelaban por el reconocimiento de su derecho a pedir asilo vino la pandemia de Covid-19.
–¿Pudieras compartir un poco esa experiencia, Francisco, tuvieron precauciones ante la pandemia que estamos viviendo?
“Pues, al estar ya en la detención, eso me significó varias cosas: una, es que ya estaba adentro de los Estados Unidos, pero con mucho más riesgo para mi salud. Yo no tenía idea si no me iba a dar la enfermedad del coronavirus. Porque ahí estábamos muchas personas amontonados en una celda. Sí, eso me preocupó desde un principio… tuve que darme valor, porque no me quedaba otra”, concluyó Francisco.
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