Verano «caliente» de presión por la reforma migratoria

congreso2Maribel Hastings

Americaś Voice, Washington, DC

Durante el “Verano de la Reforma Migratoria” la Alianza para la Ciudadanía, coalición integrada por organizaciones que apoyan la reforma migratoria, así como otras agrupaciones de diversa ideología e intereses llevarán a cabo cientos de eventos de presión pol’itica a través del país, particularmente en los distritos de congresistas republicanos persuadibles, exigiendo un voto en la Cámara de Representantes sobre un proyecto de ley con vía a la ciudadanía para millones de indocumentados.

Las organizaciones han identificado a un centenar de congresistas republicanos a los que intentarán persuadir durante el receso del Congreso, que tomara lugar del 5 de agosto al 9 de septiembre.

Durante este lapsoo los legisladores escuchan a sus representados sobre diversos temas que los afectan, y las organizaciones llevarán su petición de un voto en la Cámara Baja sobre un plan de reforma migratoria con vía a la ciudadanía.

La directora de participación cívica e inmigración del Consejo Nacional de la Raza (NCLR), Clarissa Martínez de Castro ofreció cifras correspondientes únicamente a la Alianza: 372 eventos en cerca de 100 distritos congresionales y publicidad pagada en 52 distritos. Además, ya comenzaron a llevarse a cabo 86 eventos de participación cívica. Para el final del receso, esperan haber recabado 500 mil peticiones por acción legislativa para la reforma migratoria, que esperan entregar a la Cámara Baja al retorno del recesos de verano del Congreso.

El presidente (de la Cámara Baja, John) Boehner se llevará tremenda sorpresa durante el receso de agosto…Para su información, este asunto no desaparecerá. Tengamos un voto. El verano caliente apenas comienza”, declaró Eliseo Medina, secretario-tesorero del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU).

Medina se refiere a que el próximo paso legislativo está en manos del liderazgo republicano de la Cámara Baja, negado a considerar el proyecto de reforma con una vía a la ciudadanía, como el que aprobó el Senado el 27 de junio. Medina enfatizó, empero, que la estrategia legislativa es lo de menos y lo más importante es el resultado: Que haya un voto sobfre un plan de reforma que contemple una vía a la ciudadanía.

Cuando el Congreso retorne en septiembre tiene varios asuntos pendientes sobre la mesa, incluyendo medidas para financiar las operaciones del gobierno, que auguran controversia y potenciales amenazas de cierre del ejercicio gubernamental.

Asimismo, en septiembre la Cámara Baja estará en sesión por apenas ocho días legislativos, y de ahí la urgencia de presionar por acción legislativa.

El congresista republicano de Wisconsin, Paul Ryan, ex aspirante vicepresidencial en 2012 en la mancuerna Romney-Ryan y presidente del Comité de Presupuesto de la Cámara, despunta como uno de los líderes clave en busca de consenso para un plan bipartidista en la Cámara Baja.

Ryan dijo recién en una asamblea pública en Wisconsin que en octubre la Cámara Baja comenzaría a votar sobre algunos “proyectos” de inmigración, incluyendo “un proyecto para legalizar a las personas que son indocumentadas”.

El Grupo bipartidista de los Siete, de la Cámara Baja, ha estado negociando un plan de reforma migratoria que incluiría una vía a la ciudadanía, más larga y complicada que la aprobada por el Senado el pasado 27 de junio.

Boehner, republicano de Ohio, insiste en que ese organismo no considerará el plan del Senado y que sólo llevará al pleno una medida que cuente con el apoyo de una mayoría de la mayoría republicana; es decir, 118 de los 234 republicanos.

El congresista demócrata de Illinois e integrante del Grupo de los Siete, Luis Gutiérrez, no obstante, que hay una mayoría en la Cámara Baja, integrada por demócratas y republicanos que aprobarían una reforma con vía a la ciudadanía si se permite un voto; y aregó que el proceso está detenido por la insistencia de Boehner en contar con el apoyo de una mayoría de su propia mayoría republicana.

En la Cámara Baja sólo han avanzado medidas migratorias punitivas a nivel del Comité Judicial.

La única medida que supondría beneficios de ajuste migratorio parece ser un plan republicano para legalizar a jóvenes indocumentados conocidos como dreamers, pero ese plan ni siquiera se ha presentado y ha sido criticado por organizaciones pro inmigrantes que lo consideran insuficiente porque legalizaría a los jóvenes pero no a sus padres o familiares. Dicen además que el Congreso ya tiene la mitad del trabajo completo con la aprobación del plan del Senado, y no es hora de dar marcha atrás cuando la población estadunidense apoya una vía a la ciudadanía, y cuando los grupos de presión han coincidido en esto a pesar de sus diversos intereses.

El caucus (grupo congresional) demócrata de la Cámara Baja se ha mantenido unido en la presión por la reforma migratoria, y Gutiérrez dice que hay 195 demócratas listos para apoyar un proyecto; pero el caucus republicano enfrenta fuertes divisiones sobre cómo abordar el tema, comenzando por una treintena de congresistas que se oponen a cualquier tipo de reforma migratoria que ofrezca legalización y ciudadanía.

Pero hay otros republicanos persuadibles, argumentan activistas.

La razón es simple: Hay distritos donde la población hispana ha ido en aumento al igual que el voto latino y el Partido Republicano no guarda la mejor de las relaciones con este electorado latino, precisamente por el mal manejo del tema migratorio. Hay distritos que no gozan de una fuerte presencia hispana y los congresistas republicanos consideran que no tienen nada que hacer en materia migratoria, porque no necesitan -aseguran- del voto latino. Este argumento, empero, ignora que el Partido Republicano a nivel nacional sí requiere del voto latino para competir efectivamente con los demócratas por la Casa Blanca, de tal modo que la reforma les ofrece la vía para enmendar su relación con los votantes latinos.

Así lo ha indicado el liderazgo nacional de dicho partido y varios legisladores clave, pero es un argumento que no convence a muchos republicanos que creen que hagan lo que hagan en inmigración los votantes latinos preferirán a los demócratas.

El argumento ignora también que los votantes de esos distritos, aunque no sean latinos, apoyan la reforma con una vía a la ciudadanía.

En primer lugar, los republicanos tienen la mayoría en la Cámara Baja por apenas 17 votos y hay más de 30 congresistas que tienen un alto número de latinos en sus distritos. Así que aunque no podemos afectar a todos los republicanos sí podemos afectar una cifra suficiente de ellos como para poder decidir quién va a tener la mayoría en el Congreso. ¿Quieren seguir siendo mayoría? Voten por la reforma migratoria”, apuntó Eliseo Medina.

En segundo lugar continuó, “este es un asunto que no sólo le importa a los latinos. En esos distritos tienen grupos evangélicos, católicos, empresarios, sindicatos, otros sectores de la sociedad que votan en esos distritos y que apoyan la reforma con una vía a la ciudadanía”, concluyó Medina.

Recursos para pedir acción al Congreso

America’s Voice: http://americasvoiceonline.org/send-your-rep-tweet/

National Council of la Raza (NCLR): http://www.nclr.org/index.php/issues_and_programs/immigration/share_your_immigration_story/

Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU): http://action.seiu.org/page/s/immigrationupdates

Números telefónicos

Puede llamar a la línea de acción por la reforma migratoria al  1-877-848-8289 (SEIU)

o al 1-866-940-2439 (R14A)

Maribel Hastings es asesora ejecutiva de America’s Voice

vinot chandar via flickr

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