Una de las redadas de más de 130 inmigrantes indocumentados en Nebraska y Minnesota la semana pasada. Foto: wwwnyt.com.
Como parte de una operación a gran escala, agentes de Inmigración arrestaron a más de 130 trabajadores inmigrantes y a 14 dueños y mayordomos de empresas en Nebraska y Minnesota. Uno de los primeros que acudió al llamado de auxilio de los detenidos es Héctor Flores (HF), veterano líder de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (Lulac), quien recogió dramáticos testimonios de serios abusos cometidos contra los detenidos y violaciones de las autoridades federales al debido proceso. Flores comparte esta experiencia con Samuel Orozco (SO) en el programa Línea Abierta.
HF: Se estaban burlando de la gente que arrestaron. No les permitían ni que fueran al baño, no les permitían que tomaran su medicina. Los llevaron en un camión desde ahí desde ahí de Ondíos (¿), hasta el centro de detención, a Ben (¿) Island, sin aire, sin nada… También los empleadores son muy culpables de abusar de los trabajadores. No comentaron de la gente que deportaron de ahí del centro de detención; que a ellos los trabajaban más de las horas que se permite, que también no les daban tiempo y medio, que les pagaban cuando querían y lo que querían los empleadores. Que tenía a veces que cambiar también su cheque ahí…
SO: La autoridad federal ha justificado este operativo diciendo que esta acción no fue para atrapar a trabajadores, sino para perseguir a empresarios sin escrúpulos; a patrones explotadores. ¿Cómo recibes esta explicación de parte de los federales?
HF: Yo creo que ellos quieren también culpar eso por la razón que hicieron las redadas. Cuando ellos también son culpables, por el trato que le dieron a los inmigrantes que levantaron. Una de las señoras que explicó ahí en la rueda de prensa que tuvimos todos, se sentía humillada. Y no nomás por sí misma, sino por todos sus compañeros, sus colegas. Ella dijo que cuando estaban allí en el centro de detención, trajeron mucha gente que venía encadenados por los pies…, en los brazos. Y luego, así como se dice, como marranos los traían…
SO: Amarrados totalmente.
HF: Sí. Era una cosa increíble. Gritaba ella: ‘¿Por qué nos hacen eso a nosotros. Qué no somos humanos?’. ¿Qué no tenemos derechos en este país? ¡Esos son los oficiales del gobierno federal! Fuimos también al centro de detención, donde los estaban procesando, a tratar de hablar con los agentes encargados, pero no nos recibieron. Fuimos a ver ahí la instalación, y me recordó de cómo hacía Joe Arpaio con la gente, porque era como una carpa alta, abierta, que luego tapaban ahí con una cerca muy alta que no podía uno ver. Fuimos y dejamos nuestros números telefónicos para que se comunicaran con nosotros. Pero no pudimos hablar con la gente. Entonces, empezamos a hablar a Washington, DC…
SO: Entonces quiere decir que ustedes encontraron motivos para pensar que el gobierno federal se ha estado extralimitando en esta acción. Por lo visto esto que nos estás contando habla de atropellos o violaciones a la ley, Héctor.
HF: Primero, cuando iban los abogados, a saber si la gente que estaba ahí llevaban un listado, no les querían responder tampoco, ahí en el centro de detención. No querían decirles que tenían el derecho a hablar con sus clientes. Pero ya están permitiendo que ellos tengan audiencias con los detenidos.
SO: ¿Cómo sientes que reciben ahora los votantes de esa región el operativo recién realizado? ¿Reciben a los federales con los brazos abiertos, o crees que se arrepienten de haberles dado su apoyo, que ha derivado en este tipo de acciones?
HF: Yo pienso que le va a costar a él y al partido, porque ahora como se reconoce, no es el Partido republicano, sino el partido de Donald Trump. Creo que ahí ha perdido mucho del voto, especialmente ahí, en un estado que la industria agrícola es la principal. Creo que ahí, ese golpe que dieron con los trabajadores y con los empleadores le va a afectar al voto republicano en particular■
